Capítulo 5

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La gente me miraba mientras iba de un lado al otro con pasos apurados, restregué mis manos, se encontraban totalmente sudada. La película comenzaría a las ocho pero mi maravillosa ansiedad y desesperación me hicieron llegar ahí dos horas antes. Ahora me encontraba nerviosa de que Jade no apareciera, de que me dejara plantada, aunque igual no podría juzgarla por eso, ella no fue la que me invitó, Beck había sido quien la comprometió a venir.

Seguí caminando de un lado a otro mientras gente me observaba con cara de "¿estará loca o será terrorista?"  sin saber que la verdadera razón de mi nerviosismo era la cita indirecta que tendría con la chica que me gustaba.

—¿Que diablos haces?

Di un pequeño salto asustada por la voz que senti a mis espaldas.

—Jade— solté en un aliento mientras bajaba mis manos hacia los costados, con la impresión las había colocado en mi pecho.

—La gente te está viendo como a una asesina a punto de cometer una masacre— murmuró.

—¿Verdad? Pienso lo mismo— Sonreí.

—Si te iba a incomodar el que tuviéramos una cita ¿porqué lo hiciste?— elevó una de sus cejas mientras me cuestionaba.

—Yo… Creí que no ibas a venir— dije avergonzada.

—No tenía nada mejor que hacer— comentó sin importancia.

—Aún falta tiempo— miré mi celular— ya son las 7:20— hablé asombrada ¿tanto rato había estado caminando como loca?

—Iré a perder el tiempo te veo aquí faltando 15.

Se dio media vuelta y caminó hacia las tiendas del centro comercial, la seguí, no pensaba quedarme ahí sola, me le pegaria como chicle o aún mejor como el resistol industrial del bendito oso que Cat compró.

—¿A donde vas?— pregunté yendo 2 pasos atrás de ella.

—A la librería, tu ve a ver los zapatos o ropa que bien te hace falta comprar atuendos menos espantosos— contestó sin si quiera mirarme.

—¿Mi atuendo?— por inercia vi mi ropa— a mi me gusta.

—Si, no esperaría buen gusto viniendo de ti… bueno para la ropa— aunque no la estaba viendo algo en mi me decía que iba sonriendo, pero ¿porqué?

—No entendí tu perspicaz y refinado comentario— respondí con burla.

—No me sorprende.

—¿Y qué libro comprarás?— apuré el paso para quedar a su nivel.

—¿Cómo cometer el crimen perfecto? Volumen III ¿Cómo asesinar a tu cita sin que nadie sospeche?

—¿En serio existe ese libro?— pregunté algo desconcertada.

Jade soltó una risita por la nariz y negó.

—Yo también compraré un libro— continúe.

—Cómo sea… Hay una librería a dos calles de aquí, pero regresa antes de la hora porque sino, no te esperaré.

—Pero, Jade…

—Vega, no estas obligada a estar toda la noche conmigo, no porque Beck haya arreglado esta cita significa que debamos de pasarlo juntas… ¿porqué sonries?

—¿Hum?, ah porque ya van dos veces que dices que tenemos una cita.

—Sabes a lo que me refiero, Vega.

—Claro— sin querer un ligero y casi imperceptible puchero se formó en mis labios— entremos— dije estando frente a la pequeña librería, la tomé de la muñeca y la jalé, todo para concluir con la incómoda conversación que yo inicié.

Las cartas no son anticuadas *Jori* (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora