Capítulo 3

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Aclaración: La historia es antes de las cartas, la hice así porque creí, a decir verdad que no las recordaban, perdónenme je, aunque después pensé y también hubiera sido interesante el después de, pero ni modo, mi error. Así que esto es antes, aún no se declaran por medio de las cartas y el final es diferente así que no se confíen, esta historia será la etapa del flirteo por decirlo así jaja.



💙💫🤎



En cuanto Jade y Beck salieron del salón, el ambiente se volvió algo pesado, no del modo tenso como cuando hay una discusión, ni incómodo como cuando alguien comenta algo que no debería sino pesado como cuando quieres hacer la pregunta pero no tienes idea de cómo hacer la introducción a tu duda.

Mis pupilas rondaban de un lado al otro del salón percatandome de que todos los rostros tenían el mismo signo interrogativo encima '¿porqué tanto misterio?' era la pregunta.

—Muy bien— Sikowitz aplaudió sacándonos del encimismo— ya se pueden ir si quieren.

—Aún falta para que la clase termine— André comentó.

—Si, lo sé, estoy al tanto de ello— Sikowitz pronunció con un marcado asentimiento— Pero es la última clase que tienen conmigo en toda su vida, ya que mas da— Hizo una seña con su mano restándole importancia al asunto.

Los murmullos comenzaron, todos debatiendose entre sí irse o quedarse por si todo eso era una trampa, una última prueba de nuestro loco profesor que nos estaba probando y quien se quedará pasaba y quien no tenía que repetir año.

Después de unos minutos los cuchicheos cedieron mientras Sikowitz seguía entretenido bebiendo del líquido fresco que según él tenía poderes alucinógenos.

Mis compañeros se levantaron tomando sus mochilas y salieron del aula, despidiéndose tal vez por última vez de nuestro profesor favorito. Yo en cambio saqué algunas cosas de mi bolso para seguir con mis diligencias.

—Toro.

—Dime— le contesté a Sikowitz con la vista fija en la hoja de color rosado a la cual le estaba echando algo de brillantina.

—Sigues aquí— sorbió nuevamente de su coco ¿que jamás se acababa?

—Así es— concordé en lo obvio con mi loco pero querido profesor.

—¿Porqué?

—Tengo un regalo, no material sino más bien sentimental para mis amigos— despegué una pegatina de unicornio— les haré algo así como álbumes diminutos de nuestras aventuras.

Sikowitz vociferó un sonido exagerado de ternura que me hizo rodar los ojos y negar con los labios apretados para disimular mi sonrisa y aparentar bien mi enojo.

—Este será el de Cat, ves— alcé las hojas de colores representando un arcoiris, eso era lo que la pelirroja me trasmitía, un festín de tonalidades.

—Que ternurita das— su voz seguía en ese tono burlón.

—Sikowitz— le reprendi pero está vez ya no pude aguantar mi sonrisa.

—Me parece tierno, Toro ¿Haras uno para cada uno?

—Así es, ya tengo hecho el de Beck, Robbie y estoy por terminar el de Cat y el de Andre— le mostré los pequeños libritos que había elaborado desde hace unas noches.

—¿Y el de Jade?— Hizo círculos en su barbilla, algo en mi me detonaba alarmas cada que lo oía preguntarme por ella ¿porqué se esmera tanto en ello?

Las cartas no son anticuadas *Jori* (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora