Dame tu mano

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La noche lentamente se volvía más fría por el sereno que esparcía la oscuridad.

Básicamente la noche era cómplice de como el camino se volvía más idealista, mostrando a ambos jóvenes caminar por cada sendero de la aldea con la cercanía de sus cuerpos.

Después de una agradable charla, al terminar el trayecto permitido, la chica propuso ir hacia un lugar diferente, en dónde el sonido urbano no interfiriera con la tranquilidad. Neji alzó su ceja sin comprender a dónde quería ir.

Por supuesto que intentó oponerse, pero al ver el entusiasmo de su amiga, no creyó correcto ser un aguafiestas por ahora.

Entraron al bosque y llegaron hacia aquel campo de batalla. La oscuridad y la luz de la luna era lo que reinaba en ese lugar.

La brisa era fría. Fácilmente te podía sucumbir en hipotermia, pero a Neji no le incomodaba. Se enfocó en observar mejor como su amiga disfrutaba del ambiente al alzar los brazos y el respirar hondo, posando como acto seguido su atención en él, con esa cálida sonrisa.

-- ¿Te gusta? -- Preguntó mientras se sentaba en el suave pasto para invitarlo a sentarse -- Ven, admiremos la tranquilidad de la naturaleza juntos --

Neji sabía muy bien como ella lo conocía. Ya había sido cómplice de varias experiencias en el cuál, ambos se reunían en este lugar para hablar de cualquier cosa, especialmente de sus entrenamientos y de situaciones personales.

Tomó asiento justamente a su lado para apoyar ambas manos en el césped mientras sentía como la brisa recorría por todo su rostro, sobresaliéndose varios mechones de cabello que se alborotaban.

-- Se te cayó la colita -- Agregó ella con una sonrisa al entregársela.

-- Muchas gracias, Tenten. Este viento provoca que mi cabello cree una revolución --

Ella lo observaba con admiración al ver como cada mechón de su cabello se movía, logrando percibirlo bastante guapo.

-- Deberías dejarlo suelto más seguido. Tienes un cabello largo y hermoso --

Él se burló.

-- Llega a molestar en varias ocasiones --

-- Si...Te entiendo completamente -- Neji le dirigió la mirada al no comprender lo que intentó decirle -- Sí te soy honesta, siempre el mío lo llevo recogido ya que en los entrenamientos me suele molestar. Muy pocas veces me lo suelto --

-- Sí, anteriormente me lo habías comentado --

-- Llega a estorbar en vez de ayudar -- La chica se reía, esparciendo esa alegría que nunca se apagaba.

Con cada palabra, Neji permanecía atento a su relato porque se sentía muy cómodo a su lado. Sin embargo, así sea el momento más agradable, sabía que le debía una disculpa por lo del otro día.

-- Tenten yo... --

-- ¡Mira! -- Se soltó cada uno de sus chonguitos para lograr que el viento hiciera lo suyo y los esparciera por cada área de su rostro, mientras sacudía la cabeza -- ¿Cómo me veo? ¿Te gusta? --

Un ligero asombro se manifestó en los ojos del Hyūga al presenciar una de las pocas oportunidades de verla con el cabello suelto, observando como su pollina hacía juego con su melena.

-- ¿Te gusta? Casi nunca me lo suelto porque... No es tan liso como el tuyo. Pero, hoy tenía ganas de traerlo así para verme un poco diferente y "celebrar" esta salida de la mejor manera posible. Igual me ganó la costumbre de recogérmelo, pero aquí está, suelto de nuevo --

Neji no decía nada. Simplemente se quedó contemplándola.

Su vestido era completamente diferente. Honestamente ella no era de vestirse tan femenina como las demás, o al menos en este momento, la percibía muy hermosa, resaltando completamente su figura junto con el ligero escote que se manifestaba en la parte superior de su pecho.

¿Destino o amor?  [Nejiten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora