¿Destino o amor? [Nejiten]

La graduación

A medida que los años pasaban, la joven chica de ojos oscuros había mejorado su puntería. Podía realizar ninjutsu como sus compañeros, pero le costaba un poco perfeccionarlo.

Luego de mencionarse por una semana entera el dichoso examen de graduación para poseer las bandas ninjas, se sentía muy nerviosa ya que tenía que aprender bien la técnica de clonación de sombras.

Se le dificultaba realizar más de un clon, así que lo práctico un sin fin de veces con la intención de no permitirse repetir el año en la Academia.

Poco a poco su práctica dio sus frutos al salir victoriosa por aprobar el examen que tanto le quitaba el sueño, y obtener la dichosa banda ninja que le encantaba llevar alrededor de su frente. Sus amigas también habían aprobado, muy contentas por exhibir su logro junto aquellos que también festejaban de su dicha.

En su lecho de felicidad, de repente escuchó el alboroto que se armó por aquel chico que le costaba realizar ninjutsu, siendo rechazado por un grupo de niños matones que se reían por su fracaso.

Al parecer no había podido aprobar el examen, y entre el rechazo y el conjunto de risitas maliciosas, salió corriendo hacia el campo de batalla con lágrimas en los ojos.

-- Oh... Pobre... -- Susurró ella muy bajo mientras lo veía perderse entre la vegetación.

Regresó su vista hacia sus amigas, pero su campo de visión fue interrumpida ahora al ver a aquel chico del clan Hyūga, quien se desataba lentamente la banda Shinobi de su cabeza, dejando mostrar el conjunto de cintas que rodeaban su frente, sobresaliéndole dos cuerdas a sus costados.

De frente a él había un hombre mayor, quien supuso que era su padre. Tenían una similitud de rasgos impresionantes. Le entregó la banda Shinobi y luego se la devolvió para ajustarla de nuevo en su frente, cubriendo cada una de las vendas y así irse del lugar.

No pudo evitar seguirlo con la vista, preguntándose el por qué cargaba esas cintas en su frente. A lo mejor era una forma de acostumbrarse a la bandana.

Se tocó la suya después de ese pensamiento y luego achicó lo ojos al creer que no tenía sentido.

Regresó su mirada nuevamente hacia él, y ya lo había perdido de vista.

◇◇◇◇◇◇

Las semanas transcurrieron y todos los miembros aprobados de aquella clase, se encontraban en la misma aula esperando la llegada del profesor.

Todos mantenían su banda ninja en cualquier área de su cuerpo, revelando el orgullo de convertirse en Shinobis oficiales.

Tanto el joven Hyūga como la chica de ojos cafés se encontraban presentes en aquel salón, completamente dispersos.

Ella estaba situaba en una de las primeras mesas junto a varias de sus compañeras, y él estaba sentado en las alturas, un poco aislado de los demás.

Ambas atenciones se dirigieron a la entrada del salón cuando el instructor ingresó poniendo el orden entre los presentes.

-- ¡Vamos chicos! ¡Orden! ¡Tomen asientos que ya no son unos pillos! --

Todos acataron la orden, logrando que el mayor iniciara su discurso:

-- Bien muchachos, primeramente los vuelvo a felicitar por convertirse en ninjas, pero este no es el único paso que deben afrontar si de verdad quieren progresar. Desde ahora en adelante, deben trabajar muy duro para demostrar su gran conocimiento y fortaleza. Además, me imagino que se estarán preguntando a que se debió esta reunión repentina, a lo que quiero informarles que, desde este momento, todos serán asignados ante la tutoría de Jōnins completamente experimentados. El grupo ninja que se le asignará estará integrado por tres miembros, y serán evaluados para conocer si están listos para convertirse en Genins --