El día previo.

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Frente a sus ojos Aiwass pudo ver cómo todos sus esfuerzos por mantenerse lejos se habían desmoronado. Pero gracias a qué Jofiel se quedó con ellos todo ese día, Aziraphale no tuvo oportunidad de cuestionar la extraña actitud que su amigo estaba tomando, esto fue un gran alivio para el pelirrojo; en cierto modo agradecía a Jofiel, aunque si se veía de otro modo, fue por él que estaba en medio de ese problema.
Aún así no estaba del todo tranquilo. El asunto de Lucifer aún no se esclarecía, así que debía seguir manteniendo silencio respecto a ello.

« Luego me preocuparé por eso, ahora tengo que encargarme del presente »

Pensó mientras se dirigía al lugar habitual de las reuniones de Lucifer. Al entrar al salón quedó impactado, el lugar estaba repleto de ángeles menores, pero lo que le llamó aún más la atención fue encontrar ahí un rostro conocido. ¡Jofiel También estaba allí! El pánico invadió a Aiwass, viendo la personalidad de ese pequeño se podía esperar que terminara arrastrando a Aziraphale con él o algo peor. Colocó ambas manos en su cabeza como muestra de desesperación. « ¿Por qué entre tantos ángeles tenía que estar precisamente él?»

De cualquier forma lo mejor era evitar ese resultado, así que se abrió paso en la multitud hasta sentarse a un lado del ya mencionado y así poder actuar en caso de ser necesario.

- ¡Hola Aiwass! ¿Vienes mucho por aquí?-
Dijo con gran energía.

- A veces, pero es la primera vez que te veo en este lugar.-

- Últimamente no había tenido tiempo, pero antes venía con mucha frecuencia, es muy divertido.-

Aparentemente nadie notaba nada inusual y eso empeoraba el sentir del pequeño, ¿Había algo mal con él? ¿Por qué no podía ver esas reuniones "divertidas" al igual que el resto.
Cómo ya era costumbre, se había sumergido en lo profundo de esa cuestión, pero cierto detalle lo devolvió a la realidad.

- Hoy es nuestra última reunión.- Exclamó Lucifer con una voz mucho más seria, muy diferente a la forma en que hablaba comúnmente.

"Última reunión", exactamente eso era lo que había dicho. Al final no había pasado nada raro. El pesar aumentó en Aiwass, se había equivocado completamente y debía enmendar su error. Lucifer no había hecho nada malo, y sin embargo, había desconfiado de alguien como él.

- El gran día al fin llegó, espero que estén preparados y que podamos seguir en comunicación. Así que no necesitan seguir viniendo.
Mañana ustedes renacerán por completo, recuerden cada cosa que les enseñé y comiencen a ponerlo en práctica, recuerden que el propósito de nuestra existencia es hacer cosas que agraden al todopoderoso.-

Muchos de los presentes se apresuraron a abrazar al mayor, algunos parecían tristes de que esas reuniones llegaran a su fin, pero también se podía ver qué estaban emocionados. La ceremonia para la que tanto se habían preparado estaba por suceder, así que querían hacer que el esfuerzo de Lucifer valiera la pena.

En cuanto terminó la reunión, Aiwass se retiró a toda prisa y se dirigió a el lugar más alejado posible. Allí se dejó caer de rodillas y pidió perdón por un largo rato. Para un ángel, ese tipo de conducta que había tenido hacia Lucifer puede denominarse como vergonzosa; estuvo dudando de uno de sus semejantes, un gran pecado para un ser de luz. Por ello se arrepintió desde lo más profundo y se prometió no cometer un error como ese nuevamente.

* * *

- De nuevo has ganado la simpatía de todos, no dejas de sorprenderme.-

- Eso es un poco exagerado, Gabriel. Yo solo quiero lo mejor para cada uno de los ángeles, es por eso que hago todo esto. El reconocimiento no lo es todo.-

- Eso es muy generoso, que Dios me perdone, pero entre todos los ángeles con más experiencia tú eres quién más se preocupa por nuestros compañeros.-

- No digas eso, podrías meterte en problemas.- Mostró una sonrisa mientras comenzaba a caminar hacia afuera.

- Lo siento, aunque todos sabemos que es verdad, además seguramente cada día escuchas comentarios similares. Definitivamente algún día tendrás un cargo mucho más alto. Naciste para ser un líder.- Imitó la acción de su colega, caminando a la par.

- Cuántos halagos, pero no olvides que tú también eres talentoso. Estoy seguro que en la ceremonia se te reconocerá eso.-

Lucifer y Gabriel caminaron juntos por unos momentos más. Todos los menores ya se habían retirado, justo como Lucifer les indicó, debían prepararse para el ya muy mencionado evento.

- Es verdad, casi lo olvido. Vi que invitaste a ese pelirrojo ¿Por qué? El día en qué te hablé sobre el pareció interesarte mucho.-

- Únicamente me pareció interesante el color de su cabello, además sabes que invito a todos los que puedo.-

- ¿Te dijo algo sobre su amigo el que no vuela?-

- Hoy estás más curioso de lo normal, mejor cuéntame cómo te ha ido desde que comenzaste a colaborar con Sariel.-

- Siempre eres tan reservado, no es justo. Pero de acuerdo, sólo porque tengo mucho que contar.-

De esa forma ambos entes caminaron y conversaron tranquilamente.
El resto de ángeles estaban concentrados en los detalles faltantes. Absolutamente todo debía ser perfecto.

Esos últimos días precios fueron bastante cansados, Aiwass había incluso olvidado preguntar por el progreso de su amigo, pero confiaba en que lo había logrado a tiempo. Solo quedaba esperar un poco para que finalmente sus vidas tuvieran sentido.
Lucifer ya no sería una preocupación para ambos, así que podrían concentrarse en desarrollarse como buenos ángeles.

Sempiterno [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora