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El silencio reinó en aquél evento, quizá era debido a las importantes personalidades que se encontraban presentes o a la tensión generada por el anuncio sorpresa de Miguel.
La razón principal no estaba clara, sin embargo, el sentir era unánime.

En medio del pesado ambiente Gabriel elevó la vista buscando encontrarse con la mirada de Lucifer, esto con el objetivo de hallar algún indicio sobre lo que Miguel estaba por decir. Así lo hizo, e inmediatamente la mirada de ambos seres se cruzaron obteniendo una sonrisa por parte del lucero del amanecer, a la que Gabriel correspondió. Sabía que era a él a quién estaba mirando, la cercanía que habían construido era tanta que a menudo era como si pudieran leer incluso sus pensamientos más profundos. O al menos así era desde la percepción del más joven. Tardaron unos segundos intercambiando sonrisas hasta que Gabriel recordó su propósito inicial.

"¿Qué está pasando?"
Articuló sin producir sonido.

"¿Qué? No entiendo." Respondió Lucifer moviendo solo sus labios.

"¿Qué... está...pasando?" Dijo nuevamente.

"Confía en mí." Comentó finalizando con una sonrisa. Ante esto Gabriel solo asintió. Si Lucifer estaba tan tranquilo era porque el anuncio sería una buena noticia, así que no había razón para preocuparse. Con este pensamiento en mente rápidamente la tensión abandonó su ser.

—Por sugerencia de uno de nuestros compañeros más sabios, en este día se elegirán a 6 de los aquí presentes para formar parte de los 7 Sagrados Arcángeles. Aquellos que sean elegidos recibirán responsabilidades de mayor importancia y además tendrán otros beneficios. Quienes sean elegidos siéntanse orgullosos de recibir tal reconocimiento.—

La atmósfera cambió en un instante, dicha noticia había devuelto los ánimos y la alegría a todos esos entes. Algo así no sucedía todos los días, normalmente los seres que se encontraban más arriba en la jerarquía habían sido creados específicamente para ello, sin embargo, en ese momento se estaba brindando una oportunidad única.

— ¿Quiénes crees que sean los elegidos?— se escuchó un murmullo entre la multitud.

— No lo sé, pero seguramente el Señor Lucifer estará ahí. Él es el mejor.— Respondió otra voz.

Seguramente en el pensamiento de la mayoría de ángeles, Lucifer era quién encabezaría la lista. Lo que ellos no sabían era, que fue precisamente él quién sugirió que algunos ángeles fueran elevados de rango de esa manera. Además había otro detalle importante, los elegidos serían aquellos con mayor experiencia, talento y que habían ofrecido los mejores resultados. Sin la intervención de este peculiar ser, hubiera sido imposible que eligieran a ese último arcángel, pero este detalle no sería contado a nadie. Los únicos que sabían la verdad eran Miguel y Metatrón, quiénes al principio estuvieron en desacuerdo con el ángel a quién el lucero estaba recomendando. Sin embargo, después de una charla muy persuasiva sin tener más opción terminaron aceptando.

—Ahora aquí nombraré a los 6 elegidos, quiénes trabajarán bajo mi supervisión directa, levanten el vuelo cuando escuchen sus nombres. En orden jerárquico de mayor a menor son: Uriel, Raguel, Salem, Rafael, Remiel y por último, Gabriel.—

Absolutamente todos se llenaron de asombro, primeramente porque Lucifer no había sido mencionado, no entendían cómo era eso posible. Pero el segundo hecho los impactó todavía más. ¿Habían oído bien? ¿Gabriel? ¿Como pasó eso? Era bien sabido por la mayoría que el joven Gabriel era uno de los más sobresalientes entre los de su clase, pero aún no se encontraba a un nivel necesario para ser ascendido como arcángel, aún así el alto concilio debía tener sus motivos para tomar una decisión como esa. Por lo que nadie se atrevería a mostrar oposición. Ese era el pensar de los ángeles presentes, pero el impacto en Gabriel era miles de veces mayor, no podía terminar de creerlo. Debido a esas palabras los rostros de los que ahí se encontraban mostraron asombro pero instantáneamente fue reemplazada por muestras de felicidad, varios de los entes con los que convivían a diario estaban recibiendo tales honores. Uno de ellos fue Aiwass que al oír el nombre de su maestro sintió una profunda alegría y orgullo por él.

Los 6 que fueron seleccionados levantaron el vuelo tal y como se les indicó, para posarse en el espacio central. Allí fueron ungidos cada uno de ellos y una luz extremadamente brillante los envolvió.

― Sean bendecidos en este día y que el señor los guíe en las nuevas sendas que elijan seguir.—

Dijo el ángel que se había encargado del ungimiento y les indicó que volvieran a sus respectivos lugares.

— Es el turno de los pequeños, empezaremos con el grupo de Sariel ¿Quién será el primero?— Prosiguió Miguel. Cuando Gabriel escuchó esto detuvo su avance y retrocedió para decir en voz alta:

— Aziraphale, él será el primero.—

Sempiterno [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora