La debilidad del Alpha [Libro #2] ✔︎

Extra

Samantha

Habíamos dejado pasar seis días desde que me había enterado de mi embarazo ¿Nerviosa? Demasiado.

Una de las razones es porque no sabía como decirle a Nathan la noticia, obvio que tenía que decirle pero cuando lo intente dos días atrás me dieron arcadas y no pude. Ahora el pobre pensaba que estaba enferma y no dejaba de preguntarme si me sentía bien o que sentía. Quizo llevarme al hospital infinidades de veces.

Zain se dio cuenta de mi embarazo porque dijo que mi aroma era igual al de Lia cuando estaba embarazada de Olive y de Thiago. Tuvimos que pedirle que no dijera nada hasta que resolviera el problema. Ahora estaba postrada en cama por los mareos que sentía cada cinco minutos.

— ¿Cómo sigues? — Preguntó Nathan a mi lado.

— Ya estoy bien.

— No lo estás. Estas pálida ¿Porque no quieres ir a un hospital? — Me pregunta.

— Porque lo que tengo no es nada grave — Murmuro.

Bien, si no era ahora no sería nunca.

— Amor si... — Me levanto de la cama interrumpiendole y camino hacía el buró de la recamara abriendo uno de los cajones, saco el papel que me dio abbey tomo las dos pruebas de embarazo la cuales escondo. Me siento frente a el cruzando mis piernas en la cama y lo veo.

— Ten — Le paso la hoja el la ve extrañado y de alguna forma confundido.

— ¿Esto que es?

— Leelo.

El hace lo que le pido y lo lee, a medida que lo hace me mira cada dos segundos y luego el papel. Sentía mis lágrimas acumularse poco a poco cosa que me tenía nerviosa.

— ¿Esto es c-cierto? — Tartamudea. Le pasó la primera prueba de embarazo y la ve mientras tiembla sonriente cosa que aplacó mis nervios.

Luego le pasó la otra y el la ve feliz .

— Creo que no solo estarás celoso de Thiago ahora — Murmuro.

Nathan salta a mi lanzando las pruebas a la cama y empieza a esparcir besos por todo mi rostro. Levanta mi blusa y besa mi panza.

— No sabes cuanto deseaba esto — Murmura emocionado.

— ¿Porque nunca me dijiste? — Pregunte.

— Cuando mamá propuso lo del aparato para no salir en cinta pensé que no querías tener hijos conmigo o algo. Luego razone y me di cuenta que era por la edad por eso no te presione — Aparta el pelo de mi cara.

— Siempre he querido solo que tenía miedo pero ahora ya estoy.

— Y es la mejor noticia que me han dado en la vida.

— ¿Estas feliz? — Pregunto.

— Contigo ¿Cómo no lo estaría?

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