Samantha
— Tienes que calmarte — Lia tomó el ventilador nuevamente hechando aire en mi rostro.
— Respira profundo, no tiene caso de que haya boda sin novia — Habló Madison a una esquina de la recamara.
— ¿Y si toma agua otra vez? — Preguntó camille.
— La vamos a llenar de tanta que ha bebido — dice Danielle.
— ¿Porque no mejor se vuelve a duchar? está sudando otra vez — Dice Scarlett.
— Así me puse yo el día de mi boda o peor — Confiesa Lia.
— Yo me acuerdo de la mía con tu padre — Sonrío sophie.
— Y ni hablar la de mi Alejandro y yo — Confiesa anne.
— Yo ni casarme quiero — Menciono alexa.
— Pues yo si — Dijo esta vez Camila.
— Yo ni me he casado — Rie Nala.
— Yo mucho menos — Dice Leilani riéndose
— Sus mates son unos lentos — Dice Luke.
— No es por ser grosera con ninguna pero ¿Podrían callarse? La estoy pasando muy mal aquí — Me señalé entrando en pánico nuevamente.
Todas hicieron silencio excepto por Madison que empezó a reírse y luego todas le seguimos el hilo.
— Sammy tiene razón, estamos todas aquí y solo la abrumamos con tanto, salgamos y que solo queden las chicas del vestuario y luego podemos entrar otra vez — Propone Lia.
Todas asienten.
— Y de paso molestamos a los chicos — Propone Luke y todas asienten efusivas corriendo hacía la habitación de enfrente.
Río al verlas emocionarse por eso. Me giro en el espejo y veo mi rostro cargado con todo el maquillaje y mi cabello envuelto a lo alto de mi cabeza.
Habían pasado exactamente dos años desde la propuesta de Nathan y se preguntaran porque tan tardado. Nathan y yo habíamos pasado por algunos problemas en la manda el primer año y el segundo año que intentamos posponer la boda el tuvo que viajar con los de máximo cargo para renovar contratos con mandatarios de diferentes partes del mundo y de especies.
Yo había dado un cambio bastante grande en todos estos años tanto física como mentalmente, había superado el hecho de que nunca conocí a mi padre como también el abandono de mi madre, había concluido y cerrado ese capitulo de mi vida.
A mis dieciocho años de edad pensaba que debería al menos tener una estatura algo más razonable pero no era así llevaba el pelo más largo y ahora lacio y tenía muchas curvas cosa que fui desarrollando después de mi transformación como mujer loba. A pesar de todo esto me sentía la misma yo, pero con más experiencia de poder hacer, decir y demandar cosas en mi vida que antes no podría hacer.
Me desarrollé en muchos ámbitos que no conocía y que hoy por hoy daba gracias a la diosa de saberlo hacer.La maquillista entra nuevamente y me prepara o retoca mi maquillaje diciendo que trate de no volver a sudarlo cosa que se me hacía imposible ya que entraba en un estado de pánico cada dos por tres.
Suspire al espejo al verme de nuevo . Sabía que estaba segura de hacerlo, me había preparado mentalmente estos últimos dos años.
— Es hora — Dice una de las ninfas encargada del vestido.
Me suben a una planilla de metal que giraba cosa que ellas detuvieron para que yo pudiese estar encima. Colocaron el vestido con suma delicadeza como si este se fuera a romper, abotonaron los miles de botones para luego cerrarlo y darme por lista.
