1 semana después..
Samantha
Suspiro una vez más antes de tomar valor para entrar a esa tan conocida habitación. El pitido de la estupida maquina ya era costumbre de escuchar al entrar. Tomé el banquito donde todos los días me sentaba a hablarle con la esperanza de que despertara.
— Hola Nath, soy yo otra vez. Estoy por cumplir los dieciséis. Estaba emocionada porque pensaba decirte y así podría pasarla contigo pero — Suspire para no llorar y miré al techo un momento evitando las lágrimas — No se como vas a estar, no he perdido las esperanzas pero es que soy muy impaciente — Río levemente. Toco su cabello tan suave unos momentos y sonrío al verle — Saqué diez en mi examen de trigonometría. La profesora me ha felicitado por ser el promedio más alto — Digo con nostalgia y una tristeza repentina me envuelve — Si tan solo estuvieras despierto celebrariamos esto. Despierta por favor, no quiero verte así. Quiero que me mires, me des besos en la frente. Me lleves chocolate por las noches con esas galletas que dices sabes hacer pero tomas del paquete de la alacena — Río al recordar con lágrimas en los ojos.
— Niña Sam — la enfermera llama mi atención — Necesito que salgas para poderle hacer los pasos rutinarios — Me indica con su maletín y asiento limpiando mis lágrimas — no te preocupes cariño, ya despertará.
— ¿Eso crees? — Pregunto tratando de que más lágrimas no salieran y ella asiente.
— Se ve que lo quieres mucho
— Más de lo que usted se imagina — Admito.
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— Hola pequeña dona — Luke entra a mi habitación con un vaso de leche en las manos y galletas — Escuché eras amante de esto por las noches.
Reí
— Dame.
— ¿Como te sientes?
— Ni mal, ni bien. No sé cómo sentirme al respecto — Admito.
— Se te nota el interés dulce de melón ¿ya aceptaste por fin que lo quieres? — Lo miro con los ojos cristalizados y una lágrima solitaria desciende por mi mejilla — No es un pecado cariño, olvídate de la edad. Solo disfruta el momento y ya. Al fin y al cabo cuando tengas tu transformación no van a querer separarse uno del otro.
— Estoy preocupada por él. No sé que sentiré si le pasa algo.
El me abraza y comienza a pasar sus manos por mi cabello.
— Oh dulce. Es hijo de un alpha e hijo de una milenial, créeme ese veneno en su sangre no le hizo ni le hará nada — Me consuela.
— Maldito vampiro — Susurro y el ríe leve.
— Perdona pero es que maldices bonito — Reí — así me gusta sonríe, te ves mucho mejor.
— Gracias.
— No hay de que ¿Piensas decirle cuándo despierte? — Me interroga.
— No quiero abrumarlo con problemas amorosos. Lo quiero si, y mucho pero es mejor que estemos al margen por mientras — Asiente.
— Al menos a ti te corresponden — Dice triste.
— ¿Aún no pasa nada? — Niega — No te preocupes. Ya el mismo se dará cuenta al fin y al cabo son pareja, ni modo ...
— Tengo esperanza puesto que aún no ha tenido el valor para rechazarme. Me mira y sale huyendo prácticamente — Dice esperanzado.
Alguien entra a mi recámara sin tocar y es la enfermera de Nathan.
— Sam , Es Nathan ...
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