La debilidad del Alpha [Libro #2] ✔︎

Extra

4 meses de embarazo

Samantha

Me removí incomoda entre los brazos de Nathan. Aún algo asueñada abrí los ojos lentamente acostumbrándome a sus besos los cuales esparcía por mi rostro para que despertara.

— Mi vida despierta —  Susurra.

Le hago caso omiso a lo que dice y me giro ignorandole olimpicamente.

— Dejame dormir o te pateare — Amenazo.

— Sam por la diosa — Empieza a reír.

— Callate — Amenazo y abrazo la almohada intentando conseguir el sueño nuevamente.

— Estas muy agresiva los últimos días ¿Ya no hay amor?

— Amor te daré si sigues hablando y no dejando que duerma — Se levanta. Luego de lo que parece ser mi suma tranquilidad y paz, siento como hala mi pie arrastrándome por todo el colchón.

— ¡Arriba mi amor! — Grita.

— ¡Nathan! — Grito enojada dándole en el hombro.

— ¿Porque la agresividad cariño mío? — ríe alejandose.

— Te odio — Lanzo una almohada y camino al baño enfurecida.

— Yo te amo. Debe haber un balance .

La mañana paso lenta. Nathan había desaparecido por bien propio puesto que yo estaba a punto de matarle. Hoy había amanecido, Un tanto agresiva y no sabía porque pero intentaba controlarme.

— Amor — Nathan entra a la recamara mientras yo como de mis oreos con crema de maní. Fijo mi vista en el y luego vuelvo a la serie que pasan por televisión — Samantha ¿Me estás ignorando? — Empieza a reírse y se tumba a mi lado intentando tomar una de mis oreos lo cual niego.

— ¿Dónde fuiste? — entrecerre mis ojos sin mirarle.

— Tuve que salir porque alguien esta mañana quería matarme — Coloca sus brazos detrás de su cabeza.

— Es que tu no cooperas — Me excuso.

— ¿Oh y por eso tienes que ser agresiva?

— ¿Trajiste lo que pedí ? —  Asiente y se levanta. Camina hacía el pequeño frezeer que le obligue a poner y saca el helado de limón y me lo tiende.

— Te amo — Murmure tomando el helado.

— Esta mañana me decías que me odiabas — me acuerda.

— No te lo decía a ti le hablaba al helado.

— ¡Pues ahora no te lo vas a comer! — Lo quita de mis manos y yo por inercia me levanto de pie aún sobre la cama

— ¡Nathan Vuelve aquí con mi tarro o te arrepentirás!

Empezó a reír

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Íbamos llegando con abbey para ver al bebé. Hoy sabríamos su sexo por fin y estaba muy alegre y nerviosa a la vez. Yo quería una niña y Nathan trillizos.

— Hola abbey — Saludé.

— Sammy mi niña

— ¿Como has estado? — Preguntó sentandome junto a Nathan.

— Muy bien cariño ¿Y el bebé? — Pregunta.

— Se porta muy bien ¿Verdad nathan? — le digo sonriente y el niega con rostro neutro.

— No he dormido en dos días — Muestra dos dedos. Abbey rie y yo le doy un sape.

— Creo que por la parte de los antojos vamos súper bien — Ella asiente — Sammy sube allí y levanta tu vestido. Nath mi niño tu siéntate en la silla de al lado — Hacemos lo que indica y siento la sensación fría del líquido gelatinoso en mi notoria panza — Conozcamos al pequeño bebe — Susurra. Tomo la mano de Nathan y le veo, está nervioso pero intenta ocultarlo para que yo no lo esté y lo siento — Whoo..

— ¿Que ocurre? — Pregunto asustada.

— ¿Pasa algo malo? — Ella sonríe.

— ¡Tenemos una niña! — Anuncia y las lágrimas empiezan a descender de mi rostro. Veo a Nathan y el ve perplejo la pantalla.

— ¡Lo sabía! — Digo.

— ¡Tendré una mini tu! — Nathan sonríe feliz.

— Esperen aún..

— ¿Que? — Preguntamos al unísono.

— Son dos ¡Tendrán Dos bebés! — Nathan y yo nos miramos perplejos.

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