Samantha
Terminé de alistarme con todo lo que había en la cama. Había lavado mi pelo apesar de tan altas horas de la noche y en realidad planeaba alisarlo pero no podía sola y no quería molestar a Luke ni a camille, así que decidí solo dejarlo secar en ondas naturales. Me miré satisfecha al espejo a pesar de que no logré controlar mi cabellera. Tocan a la puerta y al abrirla me encuentro con Nathan vestido de smoking.
— Hola — Sonrío al verle y el me guiña un ojo haciéndome sonrojar.
— Buenas noches bella joven, esta usted muy hermosa esta noche — Hace una reverencia y río por su ocurrencia y piropos.
— Usted también está muy guapo — halago y el me tiende su mano.
— ¿Lista para tu última sorpresa?
— ¿Ya me dirás a donde vamos? — Pregunto y el niega.
— Es sorpresa, ya te dije — Dice y luego deja un casto beso para después posar algo en mis ojos dejándome completamente ciega.
— ¿Nath?
— Creo que será mucho más sorprendente si tienes los ojos vendados.
— Vamos nath, me aterra la oscuridad —Le sigo nerviosa tocando hacia delante.
— Confía en mi.
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Nathan
Después de un largo recorrido en auto por un sendero cerca del bosque. Llegamos a un apartado con luces, mamá y camille junto a Luke me había ayudado con la sorpresa hasta papá había colaborado. Todo para que esta noche sea perfecta, me había llevado de su consejo el había hecho justo lo mismo con mamá en sus tiempos y yo quería algo similar.
— ¿Nathan? — Me llama con nerviosismo.
— Aquí estoy — indico sosteniendo su mano.
— No te escuchaba — Susurro aliviada.
— ¿Estás lista?
— Eso creo — Murmura.
Despojo la venda de sus ojos lentamente ella se acostumbra a la luz de los faroles y sus ojos se abren en sorpresa al igual que su boca, lleva sus manos a sus labios y se gira a verme.
— ¿Es para mi? —Asiento.
— Hay que cerrar este día con broche de oro — Le digo abrazandola por la cintura cuando ella se gira a verlo nuevamente.
— Ay, Gracias. Esto es, grandioso — murmura impresionada.
— Me alegra que te guste ¿Vamos ? — Ella asiente.
Nos dirigimos la la mesa dispuestos a disfrutar de la cena.
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La cena había transcurrido con tranquilidad. Ella se veía demasiado cómoda y feliz, a diferencia de mi que me encontraba nervioso por lo que haría ahora.
— Sam — Ella eleva su vista hasta donde estoy yo y fija sus orbes en mi, me regala una dulce sonrisa y me levanto de donde estoy. Le tiendo mi mano hasta la suya para que ella haga la misma acción.
— ¿Que ocurre? — Aclaro mi garganta y la veo.
— Se que nosotros no llevamos mucho tiempo de estar juntos y conocernos pero papá siempre me dice, obviando el hecho de que tu y yo seamos mates es que : Si la diosa luna pone algo en tu camino, si es bueno es eterno y perdurará para el resto de los días — Ella suspira y yo sostengo su mano más fuerte — Tu llegaste a mi después de tanto, siempre soñé con tener eso que mis padres tenían. Desde que supe que yo tendría la posibilidad algun día me propuse a que cuando encontrara a ese alguien no podía dejarle ir en ninguna circunstancia — Sus ojos se cristalizan y sonrio para tranquilizarla — Desde que te vi aquella vez te enterraste en mi corazón tan profundo que no encuentro manera de encontrarte. No quiero que te alejes de mi porque ya eres parte de mi, amo cada cosa de ti desde tus mañas hasta tus gustos, me siento tan cómodo cerca tuyo que cuando no estoy contigo me siento un poco y más vacío — La primera lágrima de ella cae y saco el anillo — Es una promesa que yo te hago a ti de que siempre estaré contigo, pase lo que pase. De que siempre te cuidaré y de que siempre estaré a tu lado a pesar de cualquier circunstancia, que no me importa lo que suceda, yo siempre estaré ahí para ti. En el futuro este será el símbolo que marque el principio de más historias juntos porque esta historia no tendrá final — Concluyo. Ella temblaba y estaba hecha un mar de lágrimas. La tenue luz me permitía ver su rostro totalmente rojo al igual que su nariz — Te amo — Dije sonriendole colocando el anillo
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Sisi ya sé
Pero me encanta, sorry.
:)