3.

943 119 14
                                    

—Oye, ¿te encuentras bien? —Shoto se giró asustado, pensando que podrían ser sus hermanos o alguien que lo vio congelando la calle

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Oye, ¿te encuentras bien? —Shoto se giró asustado, pensando que podrían ser sus hermanos o alguien que lo vio congelando la calle. Se tranquilizó al ver a un niño que parecía no saber nada.

Quería decirle que se fuera, que lo dejará solo, que buscara ayuda y que lo llevara a donde su mamá, pero las palabras no salían de su boca. Jamás había hablado con alguien que no fuera de su familia, y eso ya es mucho, ya que en su el bicolor era callado, muy pocas veces seguía la palabra. Estresado y sin saber que hacer, volvió a esconder su cabeza entre sus piernas a esperar a que se fuera.

—¿Tienes miedo? —el pequeño se acercó más a él, hincándose de rodillas frente a él— Nadie te hará daño.

Él lo hará si me encuentra —fue lo único que susurró.

—¿Quién? ¿El Villano?

—¿Cuál Villano? —esa pregunta lo desconcertó. Lo miró a los ojos como pudo, oscuridad de la noche no lo dejaba.

—El que hizo eso —señaló la montaña de hielo.

—Eso lo hizo yo para escapar de él, p-pero no soy ningún Villano —esperaba a que le dijera que era un monstruo o algo. Era lo que siempre decía su viejo cuando usaba su Hielo en vez del Fuego.

—¡Qué increíble! Ningún Héroe profesional lo haría —Shoto no lo notó, pero el niño le sonreía—. Pero... ¿de quién escapabas?

—Del monstruo que lastimó a mamá...

—¡Eso es terrible!... ¡Vamos a reportarlo! —sintió como lo jaló del brazo, pero Todoroki no se dejó.

—No lo intentes, no servirá de nada...

Quedaron en un silencio incómodo, uno deseando ayudar y el otro tratando de escapar de la realidad. Shoto se sentía extraño, además de sus hermanos y mamá, nadie se había preocupado por él, ni siquiera había hablado con alguien. Era algo nuevo.

—Ven a mi casa.

—¿Uh? —preguntó sin entender. ¿De verdad eso quería?

—¡Ven a mi casa! —saltó de alegría— No te harán daño ahí, y mamá puede ayudarte. ¡Ven, vamos! —le ofreció su mano. Lo dudó, pero al final aceptó.

Estaré Aquí Para Ti (Tododeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora