No tenían la intención, pero se conocieron.
No lo pensaron, pero se preocuparon del uno por el otro.
No lo soñaron, pero se alejaron hasta volverse un recuerdo difuso.
Y no se les ocurrió, pero se reencontraron.
◇Tododeku.
◇Yaoi.
◇Historia Corta.
◇N...
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Shoto e Izuku habían estado conviviendo por dos semanas más o menos. Los primeros días, el bicolor tenía que quedarse solo en la casa a esperar a que regresara, pero como las vacaciones llegaron podían estar juntos todo el tiempo.
A Inko le sorprendió como parecía ser que su hijo se había olvidado de su mejor amigo: Katsuki Bakugo. No hablaba sobre él, no salía a buscarlo e Izuku no llegaba con heridas después de clases. También se percató de que su hijo casi no se separaba de el invitado, tampoco estaba tan concentrado en All Might como siempre.
Ella tuvo la esperanza de que, al fin, tenía un nuevo amigo que si lo valoraba.
—Mamá —su peliverde apareció por la espalda—, tengo hambre. ¿Hay algo de merienda?
—Sí cariño, ten —le da unos taiyakis recién hechos.
—¡Gracias, mamá!
—¡Hijo! A-antes de que te vayas, quiero darte esto —ella saca de su bolsillo un collar doble—. Es para ti. Tu papá me lo dio cuando nos volvimos inseparables.
—Que... bonito —se impresionó por su belleza.
Pues sí. Era un sol y una luna, estas dos encajaban perfectamente, la luna al rededor de el sol, ambos resplandecían de belleza, sobre todo cuando estaban juntos.
—¿Y qué hago con esto?
—Dale uno a la persona más especial para ti, que te agrade estar con ella siempre y verla sonreír. A la persona que desees que no se separe de tu lado, que esté siempre contigo. A la persona que ames.
Izuku se confundió un poco por las palabras de su madre. Él le ofreció el sol a ella.
Inko rio.
—¿Qué? ¡Eres especial para mi, mamá!
—Aawww, ¡gracias hijo! Pero no me refería a eso.
—¿Entonces?
—Lo entenderás cuando estés más grandesito. Mientras tanto guárdalo bien para que no se te pierda, es muy especial.
Y así el pecoso guardó el dichoso collar aún sin entender muy bien lo que Inko dijo.