No tenían la intención, pero se conocieron.
No lo pensaron, pero se preocuparon del uno por el otro.
No lo soñaron, pero se alejaron hasta volverse un recuerdo difuso.
Y no se les ocurrió, pero se reencontraron.
◇Tododeku.
◇Yaoi.
◇Historia Corta.
◇N...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El pequeño Shoto se sentía extraño estar en esa casa, era como un mundo nuevo, no se parecía para nada a la suya.
El peliverde lo subió muy rápido a su habitación con su madre atrás diciéndole que se ponga unos zapatos.
El bicolor se impresionó al ver tantos pósters y muñecos de All Might, su Héroe favorito. El pecoso lo notó con gran entusiasmo, con la intención de hacerle muchas preguntas.
—¿Te gusta All Might? ¡Es mi Héroe favorito de todos! —le dijo el peliverde animoso.
—Es mi Héroe favorito también —sonrió dulcemente, erizando la piel del otro.
—¡Genial! —a Shoto le pareció muy linda su sonrisa.
Inko entró después para buscar una pijama para dormir. Ambos se acostaron en la misma cama —por reclamo de su salvador— para dormir. El problema es que ninguno podía, estaban demasiado despiertos como para hacerlo.
—¿Cuál es tu nombre? Yo soy Izuku Midoriya —se volteó, ambos estaban de espaldas.
—Shoto Todoroki.
—¿Quieres ser mi amigo, Todoroki-kun?
—Dime Shoto —oír su apellido le daba asco.
—¿Uh? Está bien, Shoto-kun. ¿Quieres ser mi amigo?
—¿Qué... es eso?
—¿No sabes? —Midoriya se entristeció. Para no saber que es amigo, significa que tu vida debe ser horrible—... ¡Mañana te mostraré qué hacer los amigos! Te gustará créeme —Todoroki asintió.
Midoriya notó algo extraño, y era que Shoto estaba temblando. Recordó el hielo, seguramente tenía frío por eso. Izuku lo abrazó, asustando a su compañero.
El bicolor tuvo pocos recuerdos en los que su madre o hermanos lo hacían, era un sentimiento reconfortante. Necesitaba uno ahora. Se pegó por la barriga de Izuku y lo abrazó, impresionado al otro.
—Haré que seas feliz, lo prometo —lo abrazó por la cabeza y le acarició los cabellos. Su mamá lo hacía cuando estaba triste, pensó que a Todoroki también le gustaría. Sintió como se acurrucaba más y apretaba su agarre.
A Shoto le agradó saber que el hielo se derritió, y no gracias a su Fuego. No quería separarse de ese abrazo.
Ninguno durmió hasta más tarde, les gustaba como se sentía esa unión. Izuku no podía dejar de pensar en como ayudarlo. Shoto se sentía libre por primera vez.
