9. Traición (3/4)

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-¡Ah, miren que gran personaje nos trajo el destino!

Inna fruncio el ceño y removió su cabeza que estaba apoyada sobre la mesita. El plan había sido tomar en casa de Nejire, pero las cosas se alocaron un poco para ellas al terminarse todo el sake y tuvieron que ir a una taberna, donde se quedaron dormidas, Inna sobre la mesa y Hadou en el suelo.

Con pesadez levantó la cabeza y sonrió como pudo.

-¡Cuánto tiempo, Kirishima!

Él ya era un hombre hecho y derecho y sin duda un gran héroe. Hacia mucho tiempo que no lo veía, desde que dejó de hacer sus pasantías con Fatgum e hizo su propia compañía, incluso perdieron comunicación por mensajes pues cada uno ya estaba en sus asuntos.

-Veo que te la haz pasado bien- él se acercó a ella con una sonrisa, mientras pasaba su mirada de Inna hacia Nejire. A su lado, estaba un chico rubio, que se mantenía de pie pero con los ojos cerrados y roncando, como sonámbulo. Inna lo reconoció como Kaminari Denki- ¿Qué tal has estado? Me he enterado que haz hecho tu propia compañía, eso es genial, Aihara-senpai.

-Ah, si, bueno, me ha ido bastante bien. Pero es mucho trabajo, me vez aquí ahora pero mañana estaré sufriendo una horrible resaca y tengo muchos insignificantes papeles que llenar y luego ir a patrullar- ella bufó y Kirishima notó que el tono de su voz era forzado y daba el toque de aún seguía ebria- Odio esto, o sea, amo ser héroe, ¡pero es demasiado! Mi propia compañía me explota. Demonios, mañana despediré a todos, sí, eso haré.

Kirishima soltó una risa golpeó a su amigo eléctrico, él se despertó rápidamente y mantuvo su compostura. Al ver a Inna sus ojos se llenaron de emoción.

-¡Oh, por dios! ¡Kirishima, mira, es Mrs. Seercopy! ¡Mineta me envidiará cuando le cuente esto!- se acercó a Inna, quién lo veía algo anonada pero con una sonrisa- ¡Soy su fan! Usted puede escupirme y patearme el rostro y yo le daría las gracias.

Ella sonrió con malicia.

-¿Puedo?

El rostro de Denki decayó y la miró asustado, haciendo que ella soltara una carcajada.

-¡Estoy bromeando! A veces, los adultos también bromeamos- ella sacó una pluma y firmó su nombre en la playera blanca de Denki, mientras que él soltaba lágrimas de emoción- Ah, cierto, ustedes igual ya son viejos- miró a Kirishima- pero no han cambiado nada.

-Ni tú, Aihara-senpai, sigues siendo la misma que conocí. A diferencia de que ahora eres una alcohólica.

-Interesante- ella lo miró con una sonrisa retadora- haré que te arrepientas por faltarme al respeto.

-¿Esa es una amenaza, Aihara-senpai?- Kirishima se acercó a ella con una sonrisa igualmente retadora.

-Lo es, pero para después. Como verás, no estoy en las mejores condiciones.

-¡Ah, enfrentar a Mrs. Seercopy debe ser un gran honor, Kirishima-kun!

Inna miró a Denki y se tronó los dedos.

-Cuando termine con él, seguiré contigo.

-Ya se lo he dicho, usted puede darme todas las palizas que quiera.

-Kirishima, me agrada tu amigo. Si no estuviera casada, creo que lo invitaría a salir.

Denki abrió los ojos con sorpresa y se sonrojó sintiendo una gran emoción y algo de vergüenza. Dio saltos de emoción y salió del lugar gritando que la mismísima Mrs. Seercopy le hubiera dado una oportunidad de no ser por Suneater.

-A propósito, Aihara-senpai, ¿cómo va con Tamaki-senpai? Lamento faltar a la boda, tuve una misión ese día y yo...

-Está bien, tranquilo- la expresión y el ánimo de Inna había cambiado a un sentimiento de molestia al recordar a Tamaki y frunció el ceño mientras se levantaba de la mesa y se sentaba a lado de Hadou, quien seguía durmiendo plácidamente. Inna soltó un suspiro y la molestia fue reemplazada por tristeza- Él y yo ahora no estamos en el mejor momento, pero seguro que ya pasará.

Seguro que ya pasará, esas palabras le dieron una esperanza a Tamaki, quién se encontraba justo en la mesa de a lado vestido del típico agente espía de las películas. Frente a él, Mirio lo miraba con una sonrisa al ver el rostro de ilusión del azabache.

Las habían seguido a ambas chicas hasta la taberna, no sólo para espiarlas, si no para asegurarse de que ambas estuvieran bien, pues habían salido bastante ebrias de la casa de Hadou y unas chicas en esa situación son bastantes vulnerables, tristemente.

Y era una ventaja para ellos, pues al no estar del todo conscientes, ni siquiera los habían notado.

-Oh, lo siento, Aihara-senpai, pero espero que todo se resuelva.

-Yo... yo también.

Kirishima se despidió de ella para ir tras su amigo rubio y ella se quedó sentada, mordiéndose las uñas y con el ceño fruncido. Tamaki, ya conociendo esa expresión, supo que ella estaba recordando aquel suceso y quiso matarse en ese momento.

-Creo que ya no está tan ebria- murmuró Mirio.

Inna sintió la mirada penetrante de ellos y volteó a verlos, enojada.

-¡¿Mmh?! ¡¿Qué rayos me ven?!- dijo alzando la voz, Mirio y Tamaki apartaron la mirada al instante y agradecieron el llevar lentes oscuros o de lo contrario ella los descubriría- Viejos estúpidos, si se les ocurre mirarme otra vez, se arrepentirán.

Ambos asintieron frenéticamente con la mirada apartada. Ella volvió a morderse las uñas y ellos soltaron un suspiro de alivio.

Pronto amanecería y todo su proceso de espionaje había dado frutos, pues ahora Tamaki sabia que tenía una esperanza y eso le alegraba demasiado, pero sabía que aún así no sería tan fácil, así que no se quería confiar tanto, pero iba a hacer hasta lo imposible para obtener el perdón de la mujer que amaba.

Tamaki Amajiki. || One-shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora