La rubia lo podía creer lo que estaba viendo, ¿realmente estaba pasando eso? Se sentía consternada. Respiró entrecortadamente mientras sus ojos se cristalizaban. ¿Qué estaba haciendo mal?
Sólo tenía cinco meses de embarazo y se veía de una mujer a dos días de dar a luz. ¿Era por qué era su primer embarazo? No estaba exagerando, estaba segura que ni siquiera Nejire se había puesto tan llenita como ella.
-No puede ser- murmuró, había subido cuatro kilos en tres días y sabía que eso iba para más.
Se bajó de la báscula y se dirigió a la cocina a terminar de comerse su cereal. Tamaki salió del cuarto con un traje negro, Inna sabía que se le había hecho tarde pero él actuaba con normalidad para que ella no lo regañara.
-Te dejé unas tostadas con mermelada, cielo- dijo- ¿Puedes creerlo? ¡Dios, he subido cuatro kilos más! No sé que estoy haciendo mal en mi vida.
-Oh, vamos, no es tan malo- dijo Tamaki dedicándole una sonrisa- Pronto estarás como antes- él se acercó a ella y la abrazó, Inna tuvo que girar su cuerpo para devolverle el abrazo- Además y-yo creo que te sigues viendo igual de hermosa.
-¡Oh, cielo, muchas gracias!- lloriqueó la rubia.
Tamaki aprovechó que Inna no observaba y con su mano libre echó cinco cucharadas más de azúcar al cereal de su mujer rápidamente.
★★★
-Estoy vuelta loca con todos estos papeleos, se supone que era mi día libre, mierda- dijo Inna firmando algunos papeles en la mesa.
Tamaki, por otro lado, echaba más azúcar al jugo de naranja discretamente, cuidando que Inna no lo viera.
-¡Y ésta mañana me pesé y también subí más!
-T-Tranquila cielo, mira, hay que tomarnos un vasito de agua de naranja y analizamos esto c-con calma.
-¡No, ya sé que sucede!
Tamaki se detuvo abruptamente con la jarra del jugo en su mano, sus mejillas se calentaron y la vergüenza lo invadió, sentía que su corazón se saldría de su pecho en cualquier momento.
-¿L-Lo sabes?
-¡Claro que sí, no soy idiota! Es por que no estoy en la oficina. Mirame, me traen papeles y los resuelvo cómodamente sentada, antes estaba dando vueltas por todo el edificio, no hago el mismo ejercicio que antes.
El color regresó a Tamaki y sintió tanto alivio que casi deja salir un suspiro. Se sentó a lado de su esposa y le sirvió jugo. Ella lo bebió y Tamaki estuvo más que satisfecho por que ella ni siquiera notó que estaba más dulce que ácido.
-Ya pasará- le dijo Tamaki- No te preocupes tanto por eso.
-Si, tienes razón- dijo Inna sorbiendo su nariz- Sólo faltan cuatro meses más, debemos disfrutarlo tanto como podamos... o al menos intentarlo. Iré a cambiarme.
-Te espero, Inna-chan- Tamaki le sonrió y ella se levantó bajo la atenta mirada del azabache, ella dio media vuelta y fue ahí cuando Tamaki vio el cielo.- Hay que disfrutarlo, sin importar lo redonda que te pongas- murmuró viendo los glúteos de la rubia hasta que desapareció de su vista.
Los siguientes días Inna salía a correr, intentaba comer cosas nutritivas y hacia el ejercicio que podía en casa, mientras, Tamaki ponía polvos para aumento de masa muscular en las comidas, azúcar en las bebidas y corrector en el porcentaje de los ingredientes de cada comida en caja y en lata, por lo que Inna ni siquiera bajaba de peso.
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Tamaki Amajiki. || One-shots
Fiksi PenggemarDistintos escenarios junto al tímido Tamaki. COMPLETA. 𝘏𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘭𝘦𝘵𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘮í𝘢. 𝘗𝘳𝘰𝘩𝘪𝘣𝘪𝘥𝘢 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘱𝘪𝘢 𝘺/𝘰 𝘢𝘥𝘢𝘱𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯. 𝘐𝘮𝘢𝘨𝘦𝘯 𝘥𝘦 𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘥𝘢 𝘴𝘢𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘱𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘦𝘴𝘵