21. Yuzucchi Sora (1/2)

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-Entonces... quieres decir que... ¿terminamos?

El labio de Tamaki tembló, sentía un nudo en su garganta, pero trataba fuertemente de mostrar una expresión fría hacia Inna, quién se veía realmente destrozada.

-Así es, terminamos. Ya no te amo.

Dio media vuelta y su corazón se estrujó al escuchar los sollozos de la rubia, se mordió el labio para no ponerse a llorar, pero después de todo era parte de su misión.

★★★

Días habían pasado desde ese trágico suceso. Inna no estaba mejor y menos al saber que habían rumores de que Tamaki salía con otra chica.

Mirio y Nejire intentaban animarla de mil maneras. Hoy la habían convencido para ir a un concierto, algo muy... vintage para ser exactamente un concierto. El lugar era al aire libre, con carpas blancas y luces de las que se usan en navidad, blancas, era un ambiente frío pero muy cómodo.

Los tres se sentaron en el pasto y escuchaban la dulce canción acústica que cantaban. Cuando terminó, era hora de los bocadillos.

-¡Estoy hambrienta!- exclamó Hadou tomando a Inna del brazo y jalandola.

Inna sonrió levemente pero su sonrisa se borró al ver el jeep negro a varios metros delante de donde era el concierto. Sin duda, era el auto de Tamaki, lo comprobó al verlo salir de un edificio y se metió al auto sin siquiera percatarse de Inna.

Lo que sucedió después la dejó paralizada. Sora Yuzucchi salió detrás de él, lucía descubierta con un trozo de tela lo suficientemente largo para apenas tapar su ropa interior. Se metió al auto de Tamaki y pocos segundos después él arrancó, doblando la esquina.

-Santo cielo- murmuró Nejire mirando hacia la misma dirección en donde desapareció el auto- ¿Acaso acabo de ver eso? ¿Realmente vimos a Sora Yuzzuchi subirse al jeep de Tamaki?

Inna abrió su boca para decir algo, pero sintió que alguien había pasado largas uñas por su garganta.

-¿Fui sólo yo- prosiguió Nejire- o tú también viste la tanga roja saliéndose por debajo de su vestido?

-Ese no era un vestido.

-Estaba tratando de ser optimista, pero tienes razón, ese no es un vestido. Es sólo un top elástico, estirado por todo su huesudo cuerpo, lo único que lo mantiene al rededor de su cintura es la gravedad.

-Creo que me enfermaré- Inna se inclinó y puso sus manos sus mejillas, cerrando los ojos y deseando no haber visto aquello. Sentía una punzada en su corazón y cada vez se hacia mas grande el nudo en su garganta.

Le dolía pero más que nada, le molestaba. Le molestaba que Tamaki no le hubiera dicho la verdad desde el inicio, ¿era tan difícil decir que tenía a otra persona en su vida?

-Respira hondo.

-Él sale con Yuzucchi.

-Ella lo hace para irritarte, es la única razón. Es una arpía, una rata.

Lo que más le dolía a Inna era que tenía que ser precisamente ella. La conocía por un curso de verano y Yuzucchi se había empeñado en destrozarle la vida cada día, avergonzandola públicamente o corriendo rumores horribles de ella, pero Inna siempre parecía que no se inmutaba, después de todo era Inna Aihara, ¿enserio debía de tomarle importancia a algo tan estúpido como eso? Tampoco es como si se hubiera dejado, de hecho, en todas sus peleas de verdaderos golpes y jaloneos, Inna siempre le ganó.

Parecía que Yuzucchi estaba empeñada en arruinarle toda su existencia, metiéndose con Tamaki a propósito.

-Él no me contó que había otra mujer- la voz de Inna salió entrecortada.

Mirio, quien se había mantenido al margen, hizo una mueca. Él sabía bien de la misión de Tamaki pero no podía decirlo obviamente, y le dolía ver a Inna de esa manera.

-No creí que Tamaki-kun fuese esa clase de persona- Hadou palmeaba la espalda de Inna con una expresión de lástima.

Inna pestañeó varias veces, sintiendo un inexplicable impulso de seguirlos con la esperanza de hacerles algo, como estrangular a Yuzucchi con su estúpida tanga roja.

Mirio, bastante incómodo, dijo que tenia que ir a buscar un baño de urgencia.

-¿Sabes qué, Inna-chan? Mañana mismo iremos a su departamento- dijo Nejire con expresión molesta,mientras veía a Mirio caminar ya lejos de ellas. Inna la miró desconcertada- Esto no se puede quedar así, los agarraremos infraganti. Sospecho que Mirio debe saber algo de suma importancia así que no le diremos nada. De hecho, todo esto me parece sumamente extraño, es que si lo piensas bien, todo fue tan repentino y Tamaki-kun de verdad que no es el tipo de personas que hace cosas como éstas.

Inna sonrió ante la actitud de la chica y asintió, a ella se le hacía muy raro e iba a descubrir que había detrás de todo.

Tamaki Amajiki. || One-shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora