Hoy era un día especial para la rubia y el azabache, pues cumplían dos meses de noviazgo.
Inna estaba vuelta loca, eligiendo cuidadosamente que ponerse, pues el azabache (con mucho trabajo) la había invitado a salir.
Era la cita número 46 y Aihara seguía poniendose tan nerviosa como si fuera la primera.
Al final y después de una hora y media, decidió ponerse una falda blanca floreada que le llegaba a la mitad del muslo, una blusa color coral de tirantes y escotada, y unos tacones color rosa de tres centímetros pues no le gustaba verse más alta que el azabache.
Finalmente llegó la hora. El timbre de su casa sonó y la rubia casi se cae al correr hacia la entrada. Se detuvo frente a la puerta. ¿No se vería muy desesperada al abrirle a tan sólo diez segundos de que tocara?
Negó con la cabeza y finalmente abrió encontrándose a Tamaki ligeramente sonrojado y encorvado, con sus manos en sus bolsillos. Vestía un suéter beige y unos pantalones negros, él se veía tan guapo como siempre.
Inna salió con una sonrisa y cerró la puerta detrás de ella. Las piernas le temblaban de los nervios, pero trataba de verse bien.
Tomó la mano de Tamaki y entrelazó sus dedos.
-¿Y? ¿A dónde vamos hoy?
-Mm... ¿que tal s-si vamos a caminar por el p-parque?
-¡Me parece perfecto!
Ambos caminaron hacia el parque, dandose uno que otro halago, jugueteando y coqueteando entre ellos. Los nervios que ella sentía se habían ido reemplazados por comodidad. Tamaki también parecía más cómodo y menos tenso.
Desde que habían comenzado su relación él parecía esforzarse más en dejar su timidez de lado. Y ella era más dulce con él, llegando a contenerse demasiado cuando está enojada para no hablarle mal al azabache.
Se sentaron en unas sillas, comiendo helado de vainilla, en silencio.
-Tamaki- la voz de Inna hizo que él tragara saliva, sobretodo por el tono que había usado- ¿qué onda con esa mujer de allá?
Ella señaló con la cabeza al frente de ellos, había una chica pelirosa mirandolos a ambos, más concretamente a Tamaki. Jugaba con su cabello y pestañeaba, luciendo encantadora.
Tamaki se encogió de hombros y siguió comiendo su helado, ignorandola.
-Te está mirando, ¿por qué mierda lo hace?- susurró Inna con una expresión de molestia.
Tamaki la miró algo sorprendido.
-¿Tu... te s-sientes enojada?
Inna no respondió. Frunció el ceño y se levantó de pronto, confundiendo al azabache.
-¡¿Qué mierda le vez?!- gritó- ¿Te gusta o qué?
La pelirosa miró con asombro a Inna y después con disgusto para después irse de ahí.
Tamaki estaba sorprendido. Inna nunca había sido celosa, bueno, no se lo había demostrado.
Entonces ella lo miró con los ojos cristalizados.
-Y-Yo... no quise... e-es que me molestó que te mirara tanto p-pero... yo no debería de... ser así. Gomen.
Él no sabía que decir o que hacer.
Sentía bonito que ella lo celara, era una nueva etapa para él, al igual que se sentía un poco extrañado, pero no demasiado. Sabía que ese momento iba a llegar algún día sobretodo teniendo en cuenta la actitud de la rubia, sólo no se lo esperaba tan pronto.Tomó tímidamente la mano de Inna y le sonrió levemente.
-Está bien, Inna-chan.
★★★
El sol se estaba ocultando. Inna y Tamaki caminaban por la ciudad, con las manos entrelazadas y hablando animadamente. A Inna le encantaba ver como el azabache parecía estar cada vez más cómodo con ella, hablando más de lo normal y sin tartamudear.
Inna se detuvo de pronto abruptamente mirando hacia el frente con el ceño fruncido. A unos cuantos metros de ellos se encontraba la misma pelirosa. Ella pareció sentir la mirada penetrante de Inna y los miró, sonriendo juguetona hacia Tamaki, quién sólo pretendía ignorarla, pero aún así se puso nervioso.
-Me lleva la...- Inna apretó con fuerza la mano de Tamaki- ¡Te mira de nuevo tan descarada! Ay, pero es tan resbalosa.
-Sólo ignoremosla- él se encogió de hombros y dio unos pasos pero Inna lo detuvo y lo jaló hacia ella- ¿I-Inna-chan qué...?
Los labios de Inna se estamparon con los de él y comenzó a moverlos rápido y bruscamente. Tamaki estaba sorprendido por la rudeza de la chica pero debía admitir que le parecían excitantes esos hábiles movimientos. Ella entrelazó la punta de sus lenguas, tomó la mano de Tamaki y la llevó hasta un poco más abajo de su cintura.
Tamaki dió un ligero apretón, dejándose llevar. Ella era la que estaba tomando la iniciativa y a pesar de que él era tímido sabía aprovechar los momentos así.
Inna tomó de la nuca a Tamaki y lo acercó más a ella, Tamaki puso su otra mano en la cintura de la rubia, juntando más sus cuerpos. La falta de aire se hizo presente y ambos se separaron completamente sonrojados y jadeando.
Inna miró frente a ellos. La pelirosa tenía una expresión de desagrado y simplemente se fue de ahí. Inna sonrió con superioridad y miró de nuevo a Tamaki, quién tenía su vista puesta sobre los labios algo hinchados de Inna.
-Eso, mi querido Tamaki, es marcar territorio.
-Y-yo... no sabía que e-eras tan posesiva, Inna-chan.
-¿Te... molesta que lo sea?
Tamaki la miró a los ojos y negó- Me gusta... sobretodo si vas a... b-besarme de e-esa manera.
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Tamaki Amajiki. || One-shots
Fiksi PenggemarDistintos escenarios junto al tímido Tamaki. COMPLETA. 𝘏𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘭𝘦𝘵𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘮í𝘢. 𝘗𝘳𝘰𝘩𝘪𝘣𝘪𝘥𝘢 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘱𝘪𝘢 𝘺/𝘰 𝘢𝘥𝘢𝘱𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯. 𝘐𝘮𝘢𝘨𝘦𝘯 𝘥𝘦 𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘥𝘢 𝘴𝘢𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘱𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘦𝘴𝘵