Nervios, es una palabra que define un sentimiento, pero era tan poco lo que lograba llenar. Inna estaba segura que el estómago le iba a reventar y no precisamente por comer tanto. Movía sus pies con nerviosismo a la vez que se tamborileaba sus dedos sobre la mesa, mirándose en el espejo.
Nejire se acercó y puso un poco de rubor sobre sus mejillas, dándole unos toques finales a su maquillaje. Era bastante sencillo y natural, pero la hacía ver hermosa. Su cabello estaba trenzado a los costados, haciendo una cebollita en la parte de atrás y mechones sueltos, dándole un buen toque.
-Te vez muy linda, Inna-chan- dijo Nejire, poniendo sus manos sobre sus hombros e inclinándose, mirándola por el espejo con una sonrisa.
-Arigato, Nejire-chan- respondió poniendo tomando su mano.
Alguien tocó la puerta del cuarto. Inna se levantó mientras Nejire iba a abrir.
Sus ojos se encontraron con los de Mirio, quién al verla sonrió alegremente.
-Inna-chan...- sus ojos se cristalizaron. Inna ladeó la cabeza, con una sonrisa burlona, lo que hizo que el rubio pasara sus manos por sus ojos, limpiando sus lágrimas- Te vez estupenda.
-¿Verdad que sí?- Nejire llegó a su lado, volviendo a tomarla por los hombros- Me esforcé mucho en éste maquillaje. ¿Cómo está Tamaki-kun? ¿Volvió a vomitar? ¡Es cierto! No te lo conté ¿verdad, Inna-chan? Ayer por la noche Tamaki-kun estaba tan nervioso que vómito seis ve...
-¡Tamaki ahora está mejor!- interrumpió Mirio con una sonrisa avergonzada.
Inna sonrió, no había visto a Tamaki el día anterior y eso la ponía aún más inquieta.
-¿Seguro que está bien?- preguntó hacia el rubio, quién sonrió y asintió como respuesta.
-Algo así. Digo, el día de hoy no ha vomitado nada. ¡Pero está feliz! Aún no puede creer que enserio se van a casar.
-Ni yo lo creo- murmuró bajando la mirada con una sonrisa.
-Hola, muchachas- la madre de Mirio apareció en la puerta, quedando sorprendida al ver a Inna. Se acercó y entre sus manos las mejillas de la rubia- Te vez increíble, cielo.
-Arigato, señora Togata.
-Mirio, sal de aquí- dijo Nejire con un puchero mientras empujaba al rubio- Inna-chan tiene que ponerse el vestido, la ceremonia está apunto de empezar.
Sacó a Mirio y cerró la puerta detrás de ella. Sacando, con emoción, el vestido.
Era un vestido de corte de sirena, con mangas largas de encaje y algunas piedras de adorno. No era tan llamativo pero sí era lindo.
Inna miró a ambas mujeres con una sonrisa tímida. Ambas la miraban con lágrimas en los ojos. Inna realmente se veía hermosa.
-Vamos, no lloren o me harán llorar a mí y arruinaré el maquillaje- comentó con una risita.
-Sí, sí, tienes razón- respondió la peliceleste, sorbiendo su nariz de forma ruidosa.
La ceremonia iba a ser llevada a cabo en el templo de los Aihara. Inna quiso hacerlo ahí, como si de una manera quisiera sentir que su familia estaba ahí con ella, en ese día tan especial. Los invitados eran pocos pues no es cómo si Tamaki o Inna convivieran mucho con las demás personas.
Al llegar, Inna pudo notar la figura de Fatgum y el pelirrojo cabello de su amigo Kirishima. Los veía a lo lejos, mientras ella moría de los nervios. Sabía que Tamaki ya estaba ahí desde hace un rato, pero los tenían separados, no podían verse por, ya saben, la disque mala suerte.
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Tamaki Amajiki. || One-shots
FanfictionDistintos escenarios junto al tímido Tamaki. COMPLETA. 𝘏𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘭𝘦𝘵𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘮í𝘢. 𝘗𝘳𝘰𝘩𝘪𝘣𝘪𝘥𝘢 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘱𝘪𝘢 𝘺/𝘰 𝘢𝘥𝘢𝘱𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯. 𝘐𝘮𝘢𝘨𝘦𝘯 𝘥𝘦 𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘥𝘢 𝘴𝘢𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘱𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘦𝘴𝘵