Capítulo XII

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DOCE: ALANYA NO SIEMPRE ES AGRADABLE

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DOCE: ALANYA NO SIEMPRE ES AGRADABLE

A nadie en su sano juicio le gustan los lunes. Es este día de la semana el que toma toda nuestra energía y nos lanza a aguas profundas. Tratando de despertar, a pesar de que el sueño me golpeaba en los párpados, tomé mi lugar favorito en la cafetería y comencé a jugar con la pajita de jugo de naranja, revolviéndola dentro de la caja.

- ¡Deberían finalmente prohibir la producción de popotes, esto es terriblemente insostenible! - dijo Leigh-Anne luego de un momento, quien estaba viendo mi tediosa jugada desde la dirección opuesta. -¿Has visto lo que estos pequeños pedazos de plástico les hacen a las pobres criaturas marinas?-

En un instante, tuve frente a mis ojos una foto de las presentaciones de los profesores de biología, mostrándonos con pasión los efectos de la contaminación ambiental, donde muchos animales marinos habían sufrido mucho daño por pedazos de plástico arrojados al mar.

En el segundo momento, cuando la pajita golpeó accidentalmente la caja de jugo con fuerza redoblada, miré a Kai Boutroux, quien pareció recuperar el humor y se estaba riendo lo mejor que podía con sus compañeros de equipo.

-Definitivamente debería dejar de usar plástico-, dije, tirando la pajita de plástico a un lado.

- ¡He tenido suficiente! -escuché la voz familiar de Lydia que acababa de estrellar su bolso de cuero contra la mesa. - ¿A quién diablos se le ocurrió toda esta química, eh?

La niña suspiró sonoramente, se sentó junto a Leigh-Anne y apoyó la cabeza contra sus puños.

-Dije que la química era una idea estúpida-, se encogió de hombros Leigh-Anne, arrojándose algunos anacardos a la boca.

- Sobre todo cuando vas a ella solo por el profesor - me eché a reír, mirando a mi amiga. De repente, vi un pequeño ramo de pequeñas flores artificiales, que la niña había guardado con la bolsa sobre la mesa. La miré inquisitivamente - ¿Qué son estas flores?

-Oh, esas flores, - Lydia se iluminó un poco, tomando el pequeño ramo en sus manos. -Son artificiales y huelen más a perfume de bebé que a flores, pero es dulce.

- ¿Quién es este afortunado? -preguntó Leigh-Anne, oliendo uno de los brotes.

-Un niño de 7 años recién horneado lavando mi auto suena familiar, ¿eh?- se rió, acariciando uno de los pétalos de una flor blanca con la yema del dedo. -Esto es jacinto blanco, que es una expresión de simpatía, y esto - aquí señaló unas flores blanquecinas ligeramente más pequeñas, fresia, que significa respeto y aprecio-, resopló suavemente Lydia de risa. - Su madre es florista, apuesto a que le cortó unas flores artificiales del dormitorio.

-Hombre, este bebé es más romántico que todos los chicos de esta cafetería juntos -dijo Leigh-Anne, empujando otra dosis de nueces en su boca y sus ojos vagando hacia Benjamin, quien estaba sentado cerca con su grupo de amigos y algunas animadoras que se apiñaban alrededor de ellos.

Amigos los viernes (a las 6pm) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora