Capítulo XXVIII

18 15 1
                                    


Hubo un silencio momentáneo, algo incómodo entre nosotros, interrumpido después de un rato por el suave gruñido de Kai mientras enderezaba las piernas y se estiraba rápidamente, ajustando su gorro.

-Ahora es tu turno de preguntar-, comentó, dándome una breve mirada, a la que solo asentí con la cabeza.

Todavía no podía superar el shock. Nevaba mucho, la escarcha me pellizcaba la nariz y las yemas de los dedos, eran casi las 7 de la tarde, Kai Boutroux estaba sentado tan cerca de mí y acababa de descubrir que no le agradaba en absoluto.

Aun así, no podría decir que no me gustó este momento.

- ¿Vienes aquí a menudo?- Pregunté, sabiendo muy bien que lugares como este no surgen de la nada.

-Algunas veces-, enfatizó, tomando una respiración profunda y mirando hacia algún lugar frente a él. - Ahora ya no vengo aquí.

- ¿Por qué?

Kai se rio, chasqueando los dedos.

-La vida del capitán del equipo cambió un poco mi perspectiva-, dijo, lo que me desconcertó un poco, así que lo miré con el ceño fruncido. - ¿Ves esa cabaña al otro lado del río?- Preguntó, señalando con el dedo frente a él. - Suelen haber todos los eventos por equipos, campos de entrenamiento y todo. Ahora puedo ver este banco desde el otro lado.

-Oh,- asentí, mirando la pequeña casa de madera. -No sabía que había algo aquí-, dije, mordiéndome las mejillas de adentro hacia afuera. - Parece abandonado.

-Porque lo esta,- Kai se encogió de hombros. - Aún así, es un lugar realmente genial. ¿Nunca has estado ahí?- Añadió un poco sorprendido.

-Realmente no quiero ir a lugares abandonados-, noté, rascándome la mejilla.

- ¿Y un patio de juegos bastante triste? - intervino Kai, y sonreí brevemente.

-Difícilmente voy a lugares abandonados-, agregué, soltando una carcajada.

Kai miró hacia algún lugar frente a él, como si estuviera pensando mucho en algo en el momento en que escuché el sonido de una notificación proveniente de mi teléfono. Saqué el dispositivo, mirando inmediatamente la pantalla.

Nuevo mensaje de: mamá

Mamá: Hera, ¿Dónde estás? ¿Por qué no le pediste permiso a nadie? Espero que no estés sola, ¡está tan oscuro! ¡Ven a casa ahora!

Tragué con fuerza, mirando frenéticamente a Kai.

-Tenemos que volver-, dije, levantándome rápidamente y metiendo las manos en los bolsillos de la chaqueta.

Kai me miró inquisitivamente, después de un rato repitiendo mis movimientos.

- ¿Todo está bien?- Preguntó con voz un poco ronca, sacando las llaves del auto e insertándolas en la cerradura.

-No lo sé, en realidad no-, murmuré, abriendo la puerta del coche y metiéndome dentro. - Mi mamá está enojada conmigo. No se suponía que fuera así.

Suspiré profundamente, todavía sosteniendo la imagen rota de mi madre en la parte de atrás de mi cabeza y la voz de mi padre diciéndome que no agregara preocupaciones o estrés adicional a mi madre. El hecho de que no supiera nada me irritaba. Mi madre era todo un mundo para mí al que no podía ayudar de ninguna manera. Sentirse impotente cuando alguien está sufriendo definitivamente no es un sentimiento agradable. Incluso podría describirlos audazmente como el asesino interno.

-Déjalo -Boutroux negó brevemente con la cabeza, colocando las manos en el volante. -Probablemente no quieras que ella esté nerviosa ahora, ¿verdad?- Preguntó retóricamente, leyendo la respuesta perfectamente en mi expresión. - Puedo encargarme de todo yo mismo si quieres.

Amigos los viernes (a las 6pm) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora