Capitulo XIV

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CATORCE: ¿LUISA ESTÁ BIEN?

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CATORCE: ¿LUISA ESTÁ BIEN?

En una lección de historia, en lugar de sentarse con la nariz en el odiado libro de texto, toda la clase, así como algunos paralelos, fueron llamados a la sala de espectáculos, donde se suponía que debía inflar y atar globos al escenario. Si no fuera por el hecho de que fue la solicitud del director, nuestro maestro en la vida no lo habría aceptado. El Sr. Tassel estaba apoyado contra la pared, completamente descontento de que el grupo que se ganaría su retiro en el futuro estuviera sentado y atando un montón de globos. Fue una tarea completamente no educativa.

Leigh-Anne y yo nos sentamos en la esquina del escenario, mirando la expresión hostil del profesor y riéndose para sí mismo. A las dos nos disgustaba la historia tanto como al profesor mismo.

-Vaya, parece que quiere matar a alguien...- comentó la niña, terminando de soplar un globo amarillo y atándolo con un nudo. - Además, ¿qué va a pasar aquí?

-Concurso de recitación-, respondí, mirando a mi amiga.

- ¿Concurso de recitación? -repitió con considerable sorpresa en su rostro. - ¿Es por eso que se necesitan tantos globos? ¿Para un concurso de recitación ordinario? -resopló, encogiéndose de hombros.

-Nunca son demasiados globos-, bromeé, agarrando un globo verde desinflado entre mis dedos. - Lo más importante es que no tenemos lecciones ahora mismo, no me importa lo que vaya a pasar aquí - me reí brevemente.

-Oh, sí-, asintió ella. Lydia debe estar ardiendo de celos en este momento. Aparentemente ahora tiene un reemplazo y una química querida.

Me reí suavemente entre dientes, mirando hacia atrás. Fuera de mi concentración, una fuerte risa me perturbó y luego la voz fuerte del Sr. Tassel me hizo callar. La fuente de la risa fue un grupo de jugadores de hockey encabezados por Benjamin Davis. Sacudí mi cabeza brevemente, mis ojos volvieron a Leigh-Anne, quien también los estaba midiendo con una mirada insatisfecha.

- ¿Quién empuja normalmente a casi todo el equipo de hockey a una clase? - comenté, luego de un rato sonriéndole a la rubia.

- Después de todo, el director es el mayor admirador de nuestro equipo - murmuró la chica, mirando hacia abajo del grupo de chicos. - ¿Me pasarás un globo azul? -preguntó después de un momento, asintiendo con la cabeza hacia el globo desinflado que yacía junto a mi pierna.

Lo tomé entre mis dedos y estiré mi mano hacia Leigh-Anne, queriendo entregarle el globo.

- ¡Vaya, tienes una larga línea de vida! chilló después de un momento, quitando un globo azul de su mano, tomando mi mano y jalándola hacia ella.

- ¿Qué? -pregunté un poco desconcertada.

- ¿Nunca leíste tus manos? - Ella me miró, levantando las cejas. - Chica, el manual estaba en casi todas las revistas para chicas.

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