Capítulo XXXI

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-Vaya, Lydia, me estás salvando la vida-, suspiré pesadamente, subiendo al pequeño auto de mi amiga, quien me miró con una mirada inquisitiva

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-Vaya, Lydia, me estás salvando la vida-, suspiré pesadamente, subiendo al pequeño auto de mi amiga, quien me miró con una mirada inquisitiva.

- ¿Qué estabas haciendo en este momento en medio del bosque? - jadeó una de las muchas preguntas que estaban girando en su cabeza.

-Está todo roto, Lydia- me recosté contra el asiento, escondiendo mi rostro entre mis manos. - Incluso yo, después de todo.

- ¿Todo? - repitió, frunciendo el ceño. - ¿Estás hablando de el robo de las tácticas?

Cerré los ojos por un momento, repitiendo cada palabra que Sabrina Williams escribió en mis costillas en mi cabeza.

-Nunca gastaría las tácticas de Kai a propósito, y mi relación con Benjamin es completamente diferente -me solté a un ritmo rápido, resumiendo las frases que le había dicho a Leigh-Anne antes- Este artículo es una gran broma fallida de Sabrina y Benjamin. Te lo ruego, no me digas que crees en él.

-Lo sé, tonta-, negó con la cabeza, y en ese momento noté que el cabello de la niña estaba completamente mojado y manchaba un poco su cuello. - Siempre dijiste que Benjamin es un payaso - se rió brevemente.- Pero el hecho de que estés del lado de Kai todo este tiempo me sorprende mucho, ¿sabes?

-Bueno, en realidad tiene que parecer que no lo estoy- sonreí débilmente.

-Tuvieron diferencias en el pasado, pero él nunca fue tu enemigo- dijo mirándome. -Siempre te he dicho que Kai Boutroux no es lo que parece y lo que piensas que es, ¿recuerdas?

Era cierto que Lydia Nelson era la mayor fanática del capitán del equipo que conocía. Ella siempre trató de hacerme bastante positiva sobre Kai, pero nunca vio ningún resultado significativo. Apuesto a que ahora está completamente feliz de que la entrenadora haya hecho su trabajo hasta cierto punto.

-No puedo llamar enemigo a este Kai, ¿sabes? -Dije, y Lydia sonrió de inmediato. - Sonará completamente tonto, pero solo estaba aquí para vengarme de Benjamin en nombre de Kai. Tiene el corazón roto, no puedo dejarlo así, los entrenadores no hacen eso, ¿verdad?- Pregunté, aunque sabía perfectamente que me veía como una absoluta idiota.

-Un amigo siempre defenderá a un amigo, incluso si el otro tiene mucho detrás de las orejas-, resopló de risa. -Es por eso que estoy aquí ahora, en lugar de simplemente acostarme en la bañera-, señaló su cabello mojado. -En serio, solo tuve una buena media hora de relajación en la espuma, no esperes que lo deje pasar tan fácilmente.

-Oh, realmente te amo, Lydia- sonreí ampliamente, mi mirada amorosa fija en ella. -Aun así, no creo que Kai Boutroux y yo seamos amigos-, aclaré mi garganta mientras cambiaba mi asiento. -Apenas hemos dejado de saltarnos el uno al otro, la amistad es más que desagradarnos-, caí en un monólogo, y la cara de Lydia se contrajo.

- ¿No se caen bien? -repitió, resoplando de risa. -Entonces demuéstrale que puedes hacer mucho más de lo habitual...

- ¿Cómo?

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