𝖋𝖗𝖔𝖟𝖊𝖓 𝖐𝖎𝖓𝖌 ❱ ᵐᵃʳᵏʰʸᵘᶜᵏ

𝖒𝖎𝖊𝖉𝖔

— siempre se pasa taeyong, joder. — esa conocida e irritante voz.

mis sentidos se agudizaron, la pequeña borrachera que tenía desapareció de mi anatomía para alterar mi cerebro. ¿qué diablos hacía mark aquí? claro que él había sido el primero en ser invitado a la fiesta, pero ¿era necesario estar en la misma habitación? jodido destino.

cerré con delicadeza y miedo las canillas del lavabo, froté una toalla que estaba por ahí por mi rostro y me tapé la boca con mi mano. conociéndome, haría algún tipo de sonido extraño y me delataría.

mi plan era esperar a que se fuera de la habitación, para así correr hasta llegar a lucas o yubin, o cualquiera menos mark.

— me duele la cabeza a morir. — joder, como le gusta a este tipo hablar solo, pensé.

el sonido de un celular llamando me alteró más de lo debido, pedía a gritos que no fuese el mío o sería pollo frito. no le tengo miedo a mark, sólo me da miedo que dirá dado que él estará pasado de alcohol y yo igual, terminaríamos tal vez en una pelea y no querría que mi familia fuese a una comisaría para que le digan que su adolescente hijo tomó en una fiesta la cuál no fue invitado y se peleó con el amigo del dueño de la casa POR CHICAS, no gracias.

— ¿qué sucede taeyong? no, estoy en mí habitación. me duele la cabeza a muerte. ninguna, estaban todas en celo y quería que les haga un hijo en medio de la fiesta, me sé controlar ¿sabes? — paremos todo. ¿mí habitación? vaya donghyuck, tú si que eres el rey de los idiotas. — ya no jodas, estoy cansado. hablamos mañana, beso y que nadie se mate. — el sonido de algo golpear contra el colchón y luego caer al piso retumbo por toda la habitación, supuse que sería su móvil.

el sonido de unas perchas siendo movidas llamó mi atención, el como las puertas retumbaban y el sonido de la hebilla del cinturón era abierta hizo que me mordiera hasta el alma.

— me hago pis. — dijo. reí internamente, hasta caer en la cuenta que estaba en su baño y mark quería orinar.

miré a mi alrededor, y opté por sólo y nada más que esconderme en la bañera, las cortinas eran oscuras así que no me vería desde el otro lado, lo único que me podía delatar era la luz encendida, que si la apagaba ahora daría a entender que hay alguien y se está escondiendo.

con rapidez y agilidad, corrí sólo un poco la cortina y me escondí, pegado contra la pared mientras me mordía los labios.

la puerta se abrió justo en el momento que yo me había terminado de acomodar.

al fin me sale algo bien.

— odio las fiestas porque me dejan la luz encendida, después pago yo la cuenta, inútiles. — estaba pensando con total seguridad que mark era un hombre solitario por hablar sólo en su habitación y optaba por dormir a que estar en una fiesta.

si esto fuera una película, la escena de ahora sería la más graciosa de toda la filmación. miraba (pre) traumado la cortina negra, mientras que el sonido del chorro pegaba contra el retrete. no sabía si suicidarme o matarme.

al escuchar el agua pasar por la canilla y como el sexual sonido de las manos mojadas con el rostro ajeno, mi corazón se aliviaba porque se acercaba el momento en el que él dormiría en una cama, y yo en una bañera.

pude escuchar como un objeto de cristal caía contra el piso, alarmándome y tirándome contra la pared con las manijas para que el agua de la ducha sálgase.

de un instante a otro, estaba completamente mojado y la ducha estaba tirando agua.

me doy por muerto.