cómo cosa típica en el amor, y más joven. mark y donghyuck se encontraban en la cama, con el menor a piernas abiertas y el acaramelado entre ellas, sólo una fina sábana suave como la seda tapaba sus extremidades.
la boca traviesa y mal hablada de mark dejaba fuertes chupones en las clavículas del más pálido, deleitándose con los gemidos que liberan aquellos cerezos labios, tan deliciosos.
las cosas fueron mejor, hyuck agarró de los hombros a mark, alejándolo y girando en la cama, quedando el mayor contra el colchón y el formado cuerpo del menor sobre la pelvis contraria. la sábana dejó de hacer acto de presencia, la inocencia se perdió hace unos años y la intimidad aumentó, las oscuras manos se paseaban por los muslos hasta llegar a las nalgas y apresarlas, soltando jadeos en el azabache.
la necesidad de besarse fue grande, siendo cumplida y escuchándose aquellos chasquidos tan fuertes que la piel se volvía de gallina.
yan hundidos en su momento íntimo, no se percataron de los pequeños pasos que rebotaban por el pasillo. el acto se acabó al instante que la puerta fue abierta y un grito se escuchó:
— ¡PAPÁS! — dijo un niñito de no más diez años, cabello negro y altura alta en lo que cabe. a velocidad de la luz, hyuck se tiró contra el colchón y empujó a mark de la cama, cayendo este al duro suelo y para agregar, con una erección a punto de explosión.
— ¡sunggie! — gritó donghyuck, alarmado y agarrando una frazada próxima, para la suerte del niño, tenía los ojos cerrados con las lágrimas cayendo a borbotones. — cariño, ¿q-qué pasa?
— no hay monstruos bajo la cama, sung. — dijo mark, sentándose en el suelo y agarrando una frazada para taparse, la suerte estaba presente y la torre de pizza ya no está inclinada.
— ¡sí los hay! — gritó el chiquillo con las mejillas húmedas. el mayor gruñó y le volvió a responder:
— que no hay, hijo. — rodo los ojos e intentó sentarse en la cama, sin dejar rastros de que estaba desnudo y antes que su pequeño aparezca estaba en una escena comprometedora.
— mira hijo, no hay monstruos bajo la cama. es todo mentira, ¡no existen! — decía con voz gruesa y enojada mark. hyuck, por otro lado, se agarraba las sienes, era la misma situación todo el tiempo, había días en los que pensaba "cuándo fue el momento que adopté dos hijos" el mismo que te acostaste con el rey frío.
— ¡papá! ¡te estoy diciendo que uno me tocó el pie! — pataleaba contra el suelo y fruncía el ceño, las lágrimas no existían ya, pero si el enojo.
— ya basta. — dijo cansado hyuck, miró a su hijo y le siguió hablando: — jisunggie, ¿qué te parece si traes tu almohada y duermes con tus papás? — le sonrió dulcemente. aquel chiquillo amaba la sonrisita tierna que tenía su segundo papá, aquel que se hacía llamar hyuckie, makku era más gruñón a su parecer, pero igual lo quería. el azabache sabía que, aunque ambos lee se la pasen gritando, se querían a más no poder, más mark quien llegaba agotado del trabajo y le hacía maratón de cosquillas a su niño, le compraba juguetes o golosinas, lo amaba, era la segunda persona que más amaba en el mundo, ya saben quien es la primera.
— ¡CHI! — gritó feliz el niño. el azabache sólo sonrió y vio desaparecer a su hijo por el umbral de la puerta a la par que escuchaba sus piecitos dar contra la madera. giro su cabeza, riendo a tono elevado a la mueca tan característica que tenía puesta mark.
— ¿qué acabas de hacer? — dijo makku. tenía los ojos puestos en la nada, pensando seriamente en lo que acababa de ocurrir.
— tu hijo tiene miedo a los monstruos, no va a dormir si no está con alguien. y dime, ¿quieres que me vaya a dormir con él a su habitación? — habló donhyuck, mientras se levantaba y buscaba en el cajón dos pares de bóxer, uno para él y otro para el alma en pena sobre la cama al borde del acv.
— agh, te odio por momentos, pero por otros te amo tanto. — decía, levantándose y poniéndose detrás de su esposo, abrazándolo por la espalda y agarrando su ropa interior. le planto un beso en la mejilla y se dispuso a ponerse la tela, lo mismo con hyuck.
una vez que ambos tenían la ropa interior puesta, el menor de ellos se puso a buscar la camiseta de su esposo, esa que usaba para dormir y tan linda le quedaba según el castaño. por otro lado, mark buscaba sus pantalones, habían desaparecido mágicamente una vez entró a la habitación y vio a su pareja con su ropa para dormir.
ya vestidos y felices, se dieron un corto beso no más de eso porque el pequeño sunggie apareció por la puerta con una cara de felicidad inexplicable. se tiro contra la cama y agarró las frazadas con fuerza, les sonrió a sus papás y les pidió con la mirada que se metan. los mayores se miraron y sonrieron.
la posición en la cama era la siguiente: sung, hyuck y mark pero la pregunta es... ¿por qué no el niño entre los dos? fácil, el castaño se había adaptado a dormir abrazado a su esposo, y que este abrace a su hijo, indirectamente estaba abrazando a sunggie, ingenioso.
mark se desveló, mirando a su esposo e hijo dormir, como ambos tenían los ojitos cerrados y los labios levemente abiertos. con la cabeza sobre su mano y el codo en el colchón, con la izquierda acarició la mejilla de su hyuckie, y después se dirigió a su hijo, acariciando sus cabellos y sonriendo por como este se arropaba más con las frazadas, soltando un suave gruñido y perdiéndose entre morfeo. a su esposo, le dio un besito en la mejilla, dejando su corazón hecho bolita por como este se empezó a mover nerviosamente por la pérdida de tacto. volvió a acostarse, abrazando más fuerte a su musculoso y enrollando las piernas como un koala entre donghyuck y sunggie.
eran felices, mucho, tanto.
no se arrepentía ni un poquito de haber tomado aquella decisión. y pensar que mark lee nunca pensó en casarse, ponerse en pareja seriamente y tener un hijo, pero mírenlo, abrazando a su esposo e hijo, con la mejor cara de felicidad que el mundo pudo darle.
FELIZ NAVIDAAAAAAAAAAD 💞💞💞😚😚😚🙈😭❣️💛😭😭💛😭❣️🖕😭😭😭🤠☃️❤️🤠🌺💛🤠
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𝖋𝖗𝖔𝖟𝖊𝖓 𝖐𝖎𝖓𝖌 ❱ ᵐᵃʳᵏʰʸᵘᶜᵏ
Fanfic❚ los dos chicos más populares de la secundaria se odian, aunque llevar una vida doble donde tienes un trato sexual con el mismísimo lobo que detestas no se escucha nada mal. ❛ no me agrada que seas cálido con los demás, pero me excita ver que ere...