𝖌𝖔𝖔𝖉𝖇𝖞𝖊

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sentí como el colchón perdía un peso, logrando que toda mi anatomía se moviese y el impacto me despertó

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sentí como el colchón perdía un peso, logrando que toda mi anatomía se moviese y el impacto me despertó. con la perdida, la cama se sentía fría, hasta solitaria, con los ojos levemente abiertos, tapé todo mi cuerpo con las telas hasta el mentón, frotándome contra ellas y aspirando por el calorcito que emanaban.

mientras tanto, escuchaba algunos ruidos, como si los muebles de abrieran y alguien suspiraba, me giré tan solo un poco, abriendo los ojos lentamente, queriendo saber que sucedía, admirando la larga y pintada espalda de mark. la misma se contraía con cada movimiento, tentando a mis ojos y sentidos. me quedé un rato mirando sus acciones, como se colocaba una sudadera blanca larga, a la vez que pasaba una mano hacia atrás en su cabellera. sus piernas, de un instante al otro, fueron protegidas por un pantalón negro bastante apretado, marcando aquellas no tan delgadas piernas que tenía.

su cabeza movió, mirando hacia mi lado y sonriéndome — ¿tanto te gusto que me miras mucho? — guiñó un ojo y la garganta se me secó.

ayer a la noche, o tal vez hoy a la madrugada, quien sabe, me confesé, pensando que estaba dormido. el corazón me latía a mis, pude sentir como todo mi cuerpo empezaba a recibir un ligero cosquilleo y la sangre se acumulaba en mi rostro.

jugué un poco con las mantas de la cama, hasta taparme hasta los ojos, para que no viese aquel sonrojo.

es broma. — rio levemente mark, a la vez que se agachaba para agarrar sus zapatillas. — buenos días, por cierto. — escuché bajo. asentí sólo un poco y decidí sentarme, todavía cubriendo mi cuerpo, los parpados lentamente caían, como si el sueño estuviese pegado a mi como una goma de mascar.

mark, ¿por qué te cambias? — interrogué luego de un rato de ver como este buscaba una chaqueta hasta toparse con ella y vestirla, acomodó más sus cabellos y se dio leves golpes en las mejillas. se giró a mí y pude ver como dos grandes ojeras calzaban debajo de sus ojos, aquellas marcas negras y profundas su mirada y comportamiento podían estar activos, pero se notaba en la vista el cansancio.

em... perdón, pero, ¿podrías irte? — abrí los ojos ante el impacto de la pregunta, normalmente nos quedábamos en la cama abrazados y hablando de cosas triviales, ahora eso no estaba pasando. — perdón, sólo tengo cosas que hacer y cuánto antes mejor. — acarició su nuca y suspiró profundamente. asentí.

me levante del gran colchón y agarre con rapidez mis prendas, vistiendo rápidamente para llegar a casa y seguir durmiendo. me vi al espejo de su habitación, acomodé sólo un poco mis azabaches y sonreí.

ya me voy, entonces. — le miré, mientras este se pasaba la lengua por sus labios, si mal no recordaba había dicho que es un tic nervioso o algo por el estilo. asintió con la cabeza, se acercó levemente a mí y me acarició las manos.

a la noche hablamos. — me dijo mientras clavaba sus ojos en los míos, sus frías seguían dando toquecitos a las mías haciendo que me estremezca. sonrió con ternura, a la vez que se apegaba lentamente a mí — perdón, no quería sonar como un maldito. — negué con la cabeza. me derretía al pensar que se disculpaba por una respuesta que yo daba, o hasta mismo él. Me ponía nervioso pensar que se sentía mal por decirme —amablemente— que me vaya.

le sonreí estaba vez tiernamente, la escena de ahora me aliviaba el corazón. estar a pocos centímetros de él, con nuestras manos acariciándose, diciéndonos perdón y sonriendo como bobos. la mayor parte de mí se sentía demasiado tranquila, pidiendo que este momento nunca acabe, a la vez que la menor proporción mandaba señales de alerta.

mark posó una de sus manos en mi mejilla, a la vez que subía la mirada hasta los suyos, con un leve brillo en ellos. se lamió los labios, miró al suelo y luego pegó su boca a la mía. su mano libre viajó hasta mi cadera, pegando más nuestros cuerpos y los vientres se tocaban. por reflejo, pasé mis brazos por su cuello, mientras su lengua y la mía se rosaban con ternura, miedo. los sonidos húmedos pasaban desapercibidos, mis oídos hacían caso nulo, queriendo que mis otros cuatro sentidos se activen a mil y apreciar aquel tierno momento.



como siempre, y gracias a la ciencia, el oxígeno empezó a fallar, alejándonos sólo un poco mientras apreciábamos al otro. mark jaló de una de mis manos, haciendo que mi cabeza quede ubicada en su pecho, mientras él rodeaba mi espalda con sus brazos, dejando su mentón en mi cabellera y respirando tranquilo.

apreciaba su lenta respiración, el leve calor que emanaba su cuerpo, aunque sus manos eran frías, cerré los ojos, para dejar todo de lado y escuchar el rápido latir de su corazón. sonriendo por dentro. la lenta inhalación y exhalación con el rápido bombeo eran una mezcla que me gustaba, mostrándose tranquilo, pero sintiéndose nervioso.

aquel momento, podría jurar que fue algo más íntimo que solo un trato de placer, normalmente no nos abrazamos fuera de la cama, dónde diariamente estoy sobre su pecho hablando de temas triviales y riendo, sintiendo las leves caricias que me da mark en la zona de la cadera y espalda, tratando de tranquilizar el dolor de una larga rutina de sexo.

luego de un buen rato en aquella extraña situación, se separó de mi anatomía, sonrió y dio un beso en la mejilla izquierda.

vamos. — me agarró la mano, acurrucándola entre la suya, sintiendo una leve calidez viniendo de ella.

pasamos por el largo pasillo, hasta llegar al living y encontrar en el sofá a un taeyong totalmente dormido a pierna suelta con kira sobre él y la cabeza ubicada en un pecho. una de las manos del mayor se encontraba en la cadera y otra sobre la cabellera de la chica, mientras que ellan abrazaba —como podía— al pálido. reímos ante la imagen, haciendo que kira se despierte y levante la cabeza, susurró un "adiós" y un gruñido de parte de taeyong salió. todos reímos para que luego mark abra la puerta y salga conmigo.

entonces, nos vemos en clase, minhyung. — dije secamente, entrecerrando los ojos y sacándole una sonrisa al mayor.

te veo en clase, donghyuck. — susurró, me guiñó un ojo. rápidamente su brazo se enrollo en mi cadera acercándome de golpe y estampado sus labios sobre los míos. tenía los ojos abiertamente, impresionado por la acción, sacando el hecho de que estábamos a la intemperie y en cualquier momento podría aparecer alguna fan o algo por estilo.

sólo fue un beso casto, pero hasta el momento uno de mis favoritos. nos separamos y sonreí, rasqué mi nuca y asentí con la cabeza, saludé con la mano y me di media vuelta, para sentir como me nalgueaba. reí y seguí el paso lentamente.

la puerta se cerró fuertemente, a la vez que se escuchaba como la ronca voz de taeyong hacia eco por todo el lugar.

la puerta se cerró fuertemente, a la vez que se escuchaba como la ronca voz de taeyong hacia eco por todo el lugar

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𝖋𝖗𝖔𝖟𝖊𝖓 𝖐𝖎𝖓𝖌  ❱ ᵐᵃʳᵏʰʸᵘᶜᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora