Hide Yourself Away "Escóndete lejos" (Severitus)

5.- El regalo de Lily

Durante los siguientes dos días, Harry permaneció en la enfermería, recuperándose de su terrible experiencia a manos de los mortífagos y llegando a un acuerdo con la pérdida de su magia. Después de su arrebato inicial, Poppy lo miró como un halcón, pero Harry se controló y no tuvo más episodios vergonzosos. Su rostro ardió cuando recordó cómo había gritado y atacado a Snape y luego terminó llorando por todo el hombre. Rezó para no tener que ver al hombre en el corto plazo, porque después de ayer, cuando habían ido a esa salida inesperada a McDonald's en Londres, sabía que el hombre estaría esperando su oportunidad para interrogar a Harry sobre los Dursley, y eso era un tema que Harry no quería discutir en absoluto, ni con Snape ni con nadie más.

Dumbledore tampoco volvió a visitarlo, por lo que Harry también estaba agradecido. Sabía que su comportamiento hacia el viejo mago había sido abismal en el mejor de los casos y prefería no enfrentarse al otro en ese momento, sus emociones aún eran demasiado crudas. Un día, sin embargo, tendría que disculparse con Dumbledore, y quizás con Snape también, por enloquecer y actuar así. Bueno, un adolescente hormonal.

Poppy lo trató como siempre, haciéndolo comer y beber y tomar sus desagradables pociones en un horario. Ella no insistió en que permaneciera confinado en su cama, por lo que se le permitió levantarse y caminar durante cortos períodos de tiempo, aunque sí insistió en que descansara cada hora. Harry obedeció sus instrucciones, porque la pura verdad era que todavía se sentía fatal y en su estado depresivo, dormir era preferible a estar despierto.

La pérdida de su magia fue como una herida invisible en su alma, sangrando silenciosamente, pero sin embargo le causaba agonía.

Maldijo a los malditos Mortífagos desde lo más profundo de su alma. Su odio irracional le había costado todo lo que importaba. Sin magia, ¿se le permitiría asistir a Hogwarts el próximo año? Y si no, ¿adónde iría? Se negó a regresar con los Dursley, sabía que su tía y su tío nunca lo perdonarían por hechizar a la tía Marge, sin importar que ella le hubiera llamado puta a su madre directamente a la cara.

Si cerraba los ojos, podía escuchar la voz chillona y burlona de la mujer, diciendo: – Si le pasa algo a la perra, le pasa algo al cachorro, y Dios sabe que tu hermana no era mejor de lo que debería ser, corriendo. Con otro hombre mientras estaba casada. Por supuesto, su marido tampoco era un premio, basura de clase baja, ¿no es así, Petunia? Sin embargo, una esposa debe permanecer fiel a sus votos y no andar con otro hombre, no importa lo guapo y rico que fuera. Entonces tuvo el descaro de divorciarse de él y casarse de nuevo con ese arrogante Potter. ¡Qué escándalo! –

Harry se quedó estupefacto por un momento antes de llorar, – ¿De qué estás hablando? ¡Mi mamá nunca engañó a mi papá! ¡Eso es mentira! –

– ¡Tranquilo, muchacho! No sabes nada de lo que pasó, ni siquiera naciste todavía – espetó Marge. –Tu madre pensó que era brillante, pero tomó decisiones horribles, en los hombres y en su vida. Obtuvo lo que se merecía, la tarta –

Luego lo perdió y maldijo a la espantosa mujer por atreverse a hablar de su madre de esa manera. Mentiras, todo fue mentira. Lily nunca se había divorciado y vuelto a casarse, tenía la prueba en el álbum de fotos que Hagrid le había dado en su primer año. Sus padres habían estado felizmente casados, lo tenían, y luego Voldemort lo había matado cuando tenía apenas quince meses. No hubo ningún escándalo relacionado con el nombre de su madre. Eso era algo que sus miserables parientes muggles habían inventado, como que inventaron la mentira de que Harry era un delincuente y fueron a la escuela St. Brutus's School for the Criminally Inclined.

Deseó haberle hechizado la lengua a Marge en lugar de inflarla como un globo. No sería más de lo que se merecía, la vieja y malvada chismosa. Suspiró, recostándose en las almohadas y deseando tener un libro o algo para leer. Merlín, incluso recibiría con agrado uno de los horribles ensayos de pociones de Snape, cualquier cosa para aliviar el tedio de mirar las paredes de la enfermería y recordar cómo había llegado allí.