Hide Yourself Away "Escóndete lejos" (Severitus)

15.- Un nuevo amigo

Disculpen la tardanza en este capitulo, pero aquí se los tengo espero lo disfruten

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Los dos días sin su Nimbus hicieron que el tiempo fuera más lento para Harry, ya que le encantaba volar. Pero sabía que se lo merecía, así que no se molestó en quejarse. Tenía mucho tiempo para trabajar con su cachorro, tratando de educarla y enseñarle algunos comandos básicos de obediencia, como sentarse, quedarse y venir. Rosie era dulce y adorable y disfrutaba estar con Harry, y le encantaba cuando él le daba golosinas después de que ella había cumplido una orden. El beagle y el niño siempre estaban juntos ahora, donde uno iba, el otro generalmente lo seguía.

Con Harry mirándola, Rosie estaba mucho menos dispuesta a meterse en problemas, y Harry se aseguró de jugar con ella y llevarla a dar un largo paseo justo antes de tener lecciones con Aurelia, para que durmiera en su jaula mientras él tenía clases...

Aurelia era una muy buena maestra, era concisa y cuidadosa en sus explicaciones, y hacía que incluso la lectura seca de ciencias políticas fuera divertida de aprender al tener un debate simulado con Harry. – ¿Cómo es que nunca fuiste maestra de tiempo completo, tía Relia? –

– Bueno, nunca hubo un puesto vacante en mi área, y solo lo sustituí porque a mi esposo a menudo lo asignaban a diferentes bases en el país, o fuera de él. Por lo general, nos mudamos una o dos veces cada tres años. Melody lo odiaba, solía decir que se sentía como una gitana, la forma en que iba a una escuela diferente cada dos años. Le costaba hacer amigos y, a veces, su trabajo escolar se resentía, así que comencé a darle clases particulares por la noche. Luego, cuando se fue a en la universidad, también comencé a pensar en una carrera en los negocios y comencé mi propia firma de consultoría. Pero mi primer amor fue la enseñanza –

– Supongo que entonces debe ser hereditario – reflexionó Harry. – Aunque no diría que a papá le encanta enseñar. Siempre es estricto y crítico en clase –

– Tal vez sea porque debe serlo, niño. Las pociones son un tema peligroso, ya sabes. Puede resultar en accidentes terribles, como la química muggle. Si tu padre no fuera estricto, podrían ocurrir más accidentes y los estudiantes resultarían heridos. Di que es bueno que fuera estricto y duro contigo. ¿Aprendiste lo que estaba enseñando, Harry? –

– Oh, sí. Lo hicimos alguna vez –

Aurelia pareció complacida. – Entonces no tienes motivo de queja, joven. Si aprendiste el tema y lo retienes, entonces tienes un buen maestro – Su boca se torció en una sonrisa irónica. – Siempre me parece gracioso cuando los niños de estos días se quejan de que sus maestros son demasiado duros con ellos. ¿Por qué, en mi época, a un maestro todavía se le permitía golpear a un estudiante con una regla si se portaba mal en clase? o no entregó la tarea o fue insolente –

– ¿A tus profesores se les permitió pegarte? – Harry estaba horrorizado.

– Sí. Fui a una escuela privada para niñas y a las maestras se les permitió golpear la mano de una estudiante con una regla, y la directora mantuvo un interruptor de sauce en su oficina para disciplinar a los alborotadores crónicos. No es que hubiera muchos de ellos, creo yo. El viejo Hardcastle sabía cómo cambiar tu trasero de seis maneras al domingo –

Harry hizo una mueca de solo pensarlo. – ¿Alguna vez fuiste, eh, castigado así? –

– Me golpearon con una regla una vez por hablar en lugar de prestar atención una vez, pero no, nunca me llamaron a la oficina del director para un cambio. Ahora, Harry, ¿todavía crees que tu padre es un maestro estricto? –