19.- La mañana siguiente

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Severus estaba mortificado por su hijo, a quien acababa de decirle que Remus era un niño tan bien educado, ahora apareciendo en la puerta principal luciendo como Tobias en una borrachera y escoltado a casa por un policía, ¡nada menos! Se debatió entre sacudir al niño hasta que le castañetearan los dientes, pedirle una explicación y luego castigar al mocoso hasta que cumpliera los treinta o lanzarle un hechizo de sobriedad, pedirle una explicación y luego castigarlo. Mantuvo su mano sobre el hombro del chico, muy consciente de que si lo soltaba, probablemente Harry caería al suelo, porque se balanceaba como un marinero borracho recién salido del bote.

Pero antes de que Severus pudiera preguntarle a su hijo qué había ocurrido, Harry se desmayó. Los rápidos reflejos de Severus le permitieron atrapar al chico antes de que cayera, levantándolo en sus brazos y caminando rápidamente hacia la habitación de Harry.

– ¿Severus? ¿Quién estaba en la puerta? – Preguntó Remus, entrando en el pasillo. Sabía por experiencia que las visitas nocturnas rara vez presagiaban algo bueno.

– Esa fue la policía, Remus – dijo el Maestro de Pociones con los dientes apretados. – ¡Ven a traer a mi hijo a casa de su... su juerga de bebida! –

La boca de Remus se abrió. – ¿Harry? ¿Mi ahijado? –

– ¡Sí, Lupin! Tu maldito ahijado, el maldito supuesto salvador del mundo mágico, ahora está muerto de borracho en mis brazos – gruñó Severus, sosteniendo a su niño en coma para que Remus lo inspeccionara.

– ¡Querido Merlín, Sev! ¿Descubriste dónde estaba? –

– No, Moony, porque se desmayó antes de que pudiera interrogarlo. Se suponía que debía estar durmiendo en la casa de un amigo, no asistiendo a una fiesta de borrachos – dijo Snape muy enojado. Lanzó una mirada fulminante a su hijo dormido, que roncaba levemente, con una sonrisa bastante estúpida en su rostro. Severus estuvo tentado de golpearle a uno, el mocoso irresponsable. – Si me entero de que me mintió y se escapó de la casa de los MacIntyres para ir a alguna fiesta, voy a darle una buena paliza, lo juro – El color enrojeció los pómulos del mago mayor. – Que me condenen si voy a criar a Tobias Snape Junior –

– Tómatelo con calma, Severus – dijo Remus, poniendo una mano en su brazo para tranquilizarlo. – Antes de condenar al chico por sus acciones, habla primero con él. Quizás haya una explicación decente para esto. Quiero decir, solo tiene trece años, y esta es la primera vez que sucede, ¿no? –

– Sí, hasta donde yo sé – Severus entró en la habitación de Harry y acostó al adolescente dormido en su cama, agitando su varita y quitándose la ropa, luego reemplazándola por el pijama. Suavemente echó las mantas sobre el dormido Harry, que roncaba ruidosamente.

– ¿Vas a lanzarle un encantamiento sobrio, Sev? ¿O inventarle una cura para la resaca? –

Severus lo consideró durante unos dos segundos y luego dijo con una sonrisa malvada, 

– No. Creo que es mejor si sufre las consecuencias de sus acciones. Tal vez eso le enseñe una lección sobre beber en exceso. O en absoluto, para el caso –

Remus hizo una mueca. 

– Ouch, Sev. Eso es duro –

– A veces la experiencia es la mejor maestra, Moony. Como sabes perfectamente bien –

Remus reprimió un estremecimiento. 

– Ahora, ¿por qué tuviste que ir y recordármelo? Realmente quería olvidar esa vez que Sirius y James me persuadieron de que probara Black Firewhisky directamente – El hombre lobo negó con la cabeza con pesar, luego conjuró una palangana con su varita. – Necesitará esto cuando se despierte, si recuerdo bien mí mañana después –

Hide Yourself Away "Escóndete lejos" (Severitus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora