Dankworth [+18]

3

Siento mi cabeza palpitar. Escucho unos quejidos en mi oreja que hacen que gruña al sentir aquel desagradable dolor de cabeza que solo he sentido una vez en mi vida.

Abro los ojos y veo el techo. Giro mi cabeza y me encuentro con el rostro de Aiden quien se queja y remueve. Examino a mí alrededor notando que no estoy en mi habitación.

Frunzo el ceño viendo que es la habitación de Aiden. Miro a mí alrededor y me percato que Ava está acostada con su vestido subido a su cintura dejando ver sus bragas en la cama del compañero de Aiden, junto a él pobre chico.

Trato de recordar cómo fue que llegué aquí y no, nada pasa por mi mente. Lo único que recuerdo es haber bebido unos shots de tequila y de ahí nada.

— Joder, detesto el otro día de mis buenas borracheras. — La voz ronca y pastosa de Aiden me saca de mis pensamientos y volteó mi rostro para ver qué se ve peor que un zombie.—Niña, te ves horrible

— Tú también te ves horrible y no te digo nada — Respondo notando que estoy afónica — ¿Que carajos?

Aiden empieza a reír después de escucharme

— No me sorprende, ayer gritaste demasiado — Dice riéndose de mi dificultad para hablar — Se te pasará en unos días

—¿Como llegamos aquí?

— No tengo idea, pero fue una jodida locura.

— Yo si te diré cómo llegaron aquí — El compañero de Aiden hace que volteemos hacia el. — Me llamaste a las jodidas cuatro de la mañana diciendo que estabas en el estacionamiento, tirado con dos chicas muertas y no me pregunten como entraron por que no lo se. Me asusté hasta la mierda por que pensé que, literal, estaban muertas pero no, estaban hasta el culo de ebrias. Una casi me viola, mientras la otra hablaba incoherencias sobre el subdirector Dankworth.

Me sonroje al saber que la chica de las incoherencias era yo y por obvias razones la violadora era Ava.

—Joder, hermano. Te debo una — Dice Aiden mientras ríe.

— Oh, no te preocupes algún día me lo cobraré.— Responde con desdén. —Ahora, tu hermana da miedo. Por un jodido momento en serio pensé que me sacaría la polla y se follaria ella misma.

Me sonroje al escucharlo hablar. Dios, es que hablan de estas cosas sin vergüenza.

Aiden solo ríe con lo que su compañero cuenta.

— Hice mi esfuerzo sobrehumano para quitarmela de encima, hasta que cayo rendida luego de un favorcito que le hice. Espero no te molestes. — Veo como el chico empieza a ponerse rojo

—¿Que hiciste? — Aiden arquea una de sus cejas.

—La masturbe y le di un orgasmo que la dejo noqueada.— Mi boca se abre al escuchar aquella confesión. Aiden empieza a reír sin parar.

A pesar de que Aiden es protector con su melliza, el deja que Ava haga y deshaga lo que quiera siempre y cuando no se meta con hombres idiotas y siempre se cuide. Y si se lo está tomando bien e incluso se ríe quiere decir que el chico es de su confianza.

—Oh, hermano no sabes en lo que te metiste. Reza por que no se acuerde de eso, por que si lo hace y le gustó, créeme que no te soltara en un largo tiempo y serás su nuevo juguete

Y sólo puedo ver cómo el chico mira a Aiden horrorizado para luego ver la figura de Ava a su lado. Inevitablemente exploto de la risa yo tambien.

(...)

Lunes y yo seguía sin recuperar del todo mi voz.

No era que me molestaba no hablar, incluso, estaba acostumbrada a mantenerme callada así que no era una molestia pero al parecer los Green no le hacía gracia mi silencio.