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Alguien me sacude suavemente. Me quejo mientras me doy vuelta.

Quién quiera que sea yo solo quiero dormir cinco minutos más.

-Abigail, despierta. -La voz de Magnus entra en mis oídos.

Gruño y me oculto entre las cobijas y almohadas.

Siento como me quitan la cobija y cuando me iba a quejar, grite. El ardor en mi nalga hizo que el sueño se espantara.

- No lo volveré a repetir. Levántate. -Escucho el portazo de la puerta mientras me arrodillo y acarició mi trasero.

El sigue enojado y yo con mucho sueño.

Nada más había dormido una hora por lo que veo. Son las cinco y media.

Malcolm y yo habíamos tenido una madrugada muy movida. Después de salir del auto y entrar a la casa, el me había llevado a su habitación y habíamos tenido sexo hasta cansarnos.

Me levanto y voy directo a mi bolso dónde saco mi ropa interior, un conjunto gris de un jogger ligeramente holgado y una sudadera junto a unas botas blancas. Dejo todo fuera y me dirijo al baño donde hago mis necesidades y cepillo mis dientes. Entro a la ducha, me lavo mi cuerpo y cabello. Cuando estoy lista salgo del baño envuelta en dos toallas. Me dirijo a mí bolso y saco mis cremas para después quitarme la toalla de mi cuerpo y embarrarme con ella completamente. Me coloco mi ropa interior, el conjunto, los zapatos para luego quitar la toalla de mi cabello y echarle una crema para que no se reseque. Lo peino y estoy lista.

Nada mejor como un buen baño para luego echarme mis preciadas cremas. Lo mejor.

Devuelvo las toallas al baño y acomodo lo que use en mi bolso para agarrarlo y salir de la habitación con dirección a la planta baja.

No podía creer que iría a Londres.

¡Londres!

Desde que pise Europa y llegué a Derby se convirtió en un deseo. Estábamos a unas horas de Londres y quería ir pero no conocía a nadie allá y además no tenía dinero. Lo que Hannah enviaba no era suficiente para un viaje. Para venirme a Derby había trabajado muchísimo para pagarme el pasaje. Junte lo suficiente entre el trabajo, Hannah, mamá y papá. Cuando tuve el dinero completo e incluso un poco más, había llorado de felicidad. Tenía mi boleto fuera de una vida de malas energías y una reputación manchada.

Al llegar abajo me dirijo a la cocina y me encuentro a Magnus colocando unos platos con emparedados. Malcolm estaba recostado con la cabeza apoyada en sus brazos. El debía estar más cansado que yo.

-Coman, no hay mucho tiempo. -Magnus se sienta y empieza a comer de su plato.

El seguía enojado. Su aura era hostil.

Me senté en silencio y empecé a comer. Tenía poca hambre. La emoción había cerrado mi estómago.

- Podemos irnos a la hora que nos de la gana. -Malcolm gruñe. -Somos los dueño del maldito helicóptero y somos nosotros quien le pagamos al maldito piloto para que nos lleve a la hora que nos de la jodida gana.

- Por que a mí me da la gana de ir a esta hora ¿Tienes algún problema? - El tono amenazante de Magnus no me pasó por alto.

-¡Si! ¡Tengo un jodido maldito problema! - Malcolm se estaba empezando a enojar.

Me tense. Ellos estaban empezando a pelear.

-Chicos por que no... -Trate de calmar el ambiente pero Malcolm me interrumpe.

-¡Estoy jodidamente cansado por haber follado a mi novia y ella también lo está! ¿¡Por que carajos tenemos que irnos a las jodidas seis de la mañana cuando podemos irnos más tarde!?

Dankworth [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora