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Bostezo mientras me siento en la cama. Miro a mis lados y mis hombres estaban en un profundo sueño, deben estar muy cansados.

Habíamos llegado a Derby ayer en la noche y ahora estábamos en su casa. Desgraciadamente las vacaciones ya terminaron y el lunes próximo empezaba nuestro nuevo semestre.

A pesar del episodio que ocurrió hace dos días antes de regresar a Derby, todo estaba bien entre nosotros. Los chicos habían vuelto a ser como antes pero no olvidaría lo que sucedió y mantenía mi palabra para mantenerme con los ojos abiertos sobre cualquier cosa que ocurriera.

Mañana viernes era la celebración de la graduación de Connor donde asistiríamos todos, y por todos me refiero a los mellizos, Garrett, Blake y Olivia; Esta última estaba arrepentida de haberse tomado un año antes de entrar a la universidad si no, estaría también graduándose y según ella no seguiría en sufrimiento. Lo bueno para ella es que tendría un semestre más con nosotros y nuestros dramas. A esa chica le encantaba saberlo todo.

Veo el reloj de la mesa de noche y era medio día.

Con pereza me levanto suavemente de la cama procurando no despertar a ninguno de mis novios. Me dirijo al baño donde hago mis necesidades y me cepillo los dientes, todavía no me daría una ducha. Cuando he terminado en el baño salgo y tomo mi celular. Miro a mis hombres y no dudó en tomar en abrir la cámara y tomarles una foto. Se veían perfectamente ardientes en boxers, sin camisas y durmiendo. Suspiro al ver la foto y me doy cuenta que tengo un mensaje de Hannah.

Hannah:
"Llámame cuando puedas"

Después de días esperando por señales de ella, era el momento.

Inhalo mientras salgo de la habitación y bajo rápidamente para luego salir al patio trasero en donde tendría tranquilidad.

Con el corazón acelerado marco el número de Hannah y coloco el teléfono en mi oreja.

Hey, fosforito. —Su voz me saluda e intento calmar mis nervios.

—Hey. —Saludo de vuelta.

Escucho un suspiro del otro lado y me preparo para lo que sea que me dirá.

Vamos al grano. Sé que estás nerviosa y mi ausencia no fue de ayuda. Discúlpame, cariño. Hace cuatro días fuí al barrio. —No digo nada y solo dejo que hable y diga todo de una vez por todas. Escucho otro suspiro.—
Ví a mi hermana y bueno como lo imaginaba, el hombre con el que está no es nada bueno. Es uno de los hombres de tu padre, por lo menos no la trata mal y con eso me basta.

Saber que Holly estaba con uno de los hombres de mi padre me tranquilizó. Tal vez sean malos pero ellos tenían reglas y una de ellas es no golpear mujeres, para eso estaban las mujeres de la pandilla. Si, también había mujeres y déjenme decirles que a ellas hay que temerles más que los hombres.

Otro suspiro de su parte y aquello me hizo saber que era momento de hablar de mis padres.

—Le pregunté a mi hermana sobre tu madre y ella no sabía absolutamente nada de ella, es como si se la hubiera tragado la tierra. Los rumores de que se fue con Escorpión son grandes pero nadie lo ha confirmado o la ha visto. Está desaparecida.

Escuchar eso hizo que mis ojos botaran gruesas lágrimas, era peor de lo que me imaginé.

—Los hombres de Escorpión no dicen nada al respecto. Escorpión tiene semanas sin aparecer, el también está desaparecido por lo que todos confirman que sí están juntos. Tu padre...

Su pausa hace que me tense.

—¿Qué ocurre con mi padre? —Digo con mi voz rota y ella suspira de nuevo.

Dankworth [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora