Capítulo once

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"Me equivoque, debí amarte solamente, amarte y no dejarte ir jamás"

Podía ver con dolor la cara de confusión y absoluto horror que le causaron sus palabras, tanto que su semblante siempre encantador comenzó a palidecer a medida que trataba de articular palabras para defenderse de un ataque provocado por simples celos, celos de saberlo quizás enamorado de alguien más, celos de imaginarlo en brazos de otra persona. Ohm Thitiwat se odiaba a sí mismo, porque al verlo ahí en el suelo comprendió que Fluke era absolutamente inocente de todas las cosas que pudiera acusarlo. Los minutos que surgieron después de ese episodio fueron los más terribles que Ohm pudiese recordar, aun mas que cuando se enteró de la muerte de Nin, porque ahora definitivamente no podría perdonarse si a Fluke le pasara algo.

El fue recuperando el conocimiento paulatinamente y a medida que sus ojos se abrían Ohm también volvió a respirar, sus enormes ojos cafés lo miraron con miedo y se sentó en la cama bruscamente.

- Quédate quieto, he llamado al doctor. – Dijo intentando sonar calmado y tratando de alcanzarlo. Luego pareció recordar todo lo que había pasado y lo miró con odio.

- ¡No me toque!, ¡no necesito un doctor!

- Lo que acaba de pasarte no es normal.

- ¿Y qué es lo normal?, ¿casarse con alguien por venganza? – Preguntó alzando la voz.

- ¡Tranquilo Fluke!, lamento lo que dije, ¡no te muevas!, ¡te harás daño!

- ¿Daño?, ¡No me toque!, ¡vallase al demonio! – Grito. ¡Usted y P'Fai!, ¡Váyanse los dos a la mierda!

- ¡Fluke!, ¡Por favor!, ¡tranquilo!

- ¡No me pida que me tranquilice! – Luego respiró profundo. - Usted ha... ha dicho que mi hermano le ha robado, ¿dígame cuánto dinero... cuánto dinero le robó P'Fai?

- Eso no viene al caso, no discutiré eso ahora en tu estado.

- ¡¿Cuánto cuesta mi libertad P'Ohm?!, ¡¿Un año?! – Preguntó sarcástico. Solo podía mirarlo, de verdad no quería que algo así pasara. Se lo había imaginado de otra forma en su mente, con un Fluke distinto, pero no era así, en su imaginación Fluke era una persona ambiciosa, alguien malo, alguien manipulador, como su hermano, pero ese Fluke que tenia enfrente no había actuado.

- Lo lamento Fluke...

- ¿Qué lamenta?, yo acepté casarme con usted. Aquí el único idiota soy yo. – Dijo desviando la mirada. Alguien tocó la puerta. Luego el señor Rom ingresó.

- El doctor Shin está aquí señor. – Detrás de él apareció el hombre.

- No necesito un doctor. – Repitió enojado.

- Señor Thitiwat, será mejor que lo revise. – Le dijo usando deliberadamente el apellido de su esposo.

- No es necesario, estoy bien de veras.

- Revíselo, saldré para que estés más cómodo Fluke. – Luego abandonó la habitación.

Le parecieron horas hasta que el doctor Shin salió del cuarto.

- ¿Qué le ha sucedido? - El viejo medico de la familia se notaba preocupado.

- ¿Qué ha sucedido antes?, ¿Qué hizo antes de desmayarse? - Ohm bajó los hombros.

UN ÁNGEL PARA MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora