Willy Pruk es un rico alfa y dueño de una de las empresa más famosas del país, el cual tras perder a May, su amada esposa debido a una larga y dolorosa enfermedad, se pasa los siguientes años cambiando de amante en amante.
Una noche tras cerrar un n...
Los tres alfas bebieron y manosearon a los omegas todo lo que quisieron, hasta que finalmente fueron a las habitaciones para poder follarselos a gusto.
Willy era la primera vez que estaba con un omega hombre, por lo que Saint tuvo que ir indicarle todo lo que hacer y aunque le fue difícil pues el alfa amenazaba con descontrolarse, finalmente terminó en la boca del omega.
Luego de eso le tocó el turno a Gulf, el cual se contoneó al son de una sensual música de su mp4, mientras se quitaba la ropa excitando muchísimo al empresario alfa.
Por último, le tocó al último hermano, él cual era el más joven e inexperto de los tres, de hecho tan solo llevaba un par de meses en el negocio, tras fracasar en su intento de ir a la Universidad.
El pequeño omega odiaba el olor de los alfas, por lo que tenía que aguantarse la respiración ya que las náuseas y las ganas de vomitar eran muy comunes durante el tiempo de las sesiones de sexo con los clientes.
Tras unos preliminares, el sexo empezó pero algo falló pues el empresario estaba tardando más de lo debido, así que el omega comenzó a patalear y a gritar queriendo irse pero Willy creyendo que no quería hacer su servicio, lo golpeó contra el tocador rompiendo el espejo.
Gun muy asustado y agobiado por salirse de allí, cogió uno de los cristales rotos y entonces se lo clavó al alfa en el brazo, por lo que este cayó al suelo maldiciéndolo mientras veía como éste salía corriendo de allí.
Una ambulancia vino y curó la herida de Willy pero este estaba furioso al igual que sus otros dos socios y por ello exigían un castigo para Gun y una compensación para el alfa o demandarían al local y el padre de este tendría que cerrar.
Para evitar eso, Pen Suppapong debía acceder a hacer un trato con el cliente y evitar su ruina, así que terminó cediendo a su joven hijo para que Willy se lo llevase.
El empresario lo exigía como parte de la indemnización y aunque Gun lloró y chilló no pudo evitarlo, así como tampoco sus hermanos quién intentaron persuadir a su padre.
Aún así, el alfa empresario no estaba totalmente conforme pues quería más, exigía un dinero que el dueño del prostíbulo no tenía y queriendo evitar que el rico alfa y sus amigos tomasen represalias judiciales, Pen le ofreció a una de sus hijas omegas.
Willy se negó pues el podía conseguirse hembras en cada esquina pues abundaban pero unos omega macho como sus hijos era mucho más difícil.
El sexo con Saint y con Gulf había sido increíble para él, así que acostumbrado a conseguir lo que deseaba, finalmente obtuvo al moreno como el resto de la indemnización pero con el castaño tuvo que negociar.
Pen no quería renunciar tan fácilmente al mayor de sus hijos omega pues era el mas hermoso y deseado por todos los clientes pues este era muy versátil y tremendamente provocativo.
El omega castaño le costó una pequeña fortuna al alfa pero no le importó pues le valía la pena y aunque sin tres de sus hijos, sus ganancias disminuirían bastante, Pen Suppapong prefirió eso, a tener que cerrar su local.
Luego de esa noche y durante las semanas siguientes, el rico alfa usó como juguetes sexuales a los tres hermanos omegas, alternandolos a su antojo.
A cambio de satisfacerlo con buen sexo, los estos vivían con todo el lujo en la mansión y comían y vestían de lo mejor pues el alfa satisfacía todos sus caprichos.
Con el tiempo, Willy no solo se conformó con sexo y quiso satisfacer también sus fantasías, fue pidiendo más y más, por lo que incluso se los llevaba a las reuniones informales y a algunas fiestas pero estos a veces, tenían que usar ropa y complementos femeninos, así como usar maquillaje.
A excepción de Gun que aún seguía reacio a estar más de lo necesario con el alfa, Saint y Gulf no tenían ningún problema en llevar todo el peso, para que su dueño no maltratara a su pequeño e indefenso hermano.
Se acostumbraron a esa vida rápidamente y usaban la ropa femenina de su difunta esposa sin ningún tipo de prejuicio.
Una noche, en la que Willy y los demás importantes empresarios de la cuidad, fueron invitados una lujos gala en su honor.
...-Realmente hoy estás muy hermoso Saint, seré la envidia de todos en la fiesta-dijo el alfa alabando su belleza-... de tus hermanos, sin duda tu eres el que más simula una hembra.
Y era cierto pues con el bonito vestido negro a juego con los tacones, la hermosa peluca negra que resaltaba sus hermosas facciones y el maquillaje, el mayor de los hermanos parecía una auténtica dama.
-Gracias Willy... Como siempre, me he puesto así para ti-dijo el castaño, intentando mostrar una sonrisa pues en realidad estaba deseando no ir.
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La verdad era que prefería quedarse esa noche con sus hermanos viendo una película y comiendo palomitas de maíz pero debía obedecer o el alfa se enfurecería mucho.
Esas fiestas eran un continuo ir y venir de alcohol, alfas borrachos y omegas drogados, Saint se sentía mal por ellos y agradecía infinitamente que su dueño alfa nunca los obligase a tomar drogas, incluso con su pequeño hermano, a pesar de su rebeldía.
Tras terminarse la fiesta, ambos subieron a la limusina camino a casa, el alfa estaba muy bebido y se durmió en su hombro mientras el omega miraba la cuidad por la ventana.
Al llegar a un cruce, un camión muy pesado que circulaba de frente, perdió el control y el chofer de la limusina no pudo evitar el choque, muriendo en el acto.
Saint se golpeó en el hombro contra la ventana mientras que el alfa, el cual no había querido ponerse el cinturón, se llevó la peor parte, saliendo despedido del vehículo y cayendo en el frío asfalto.
