Capítulo cinco

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Mientras el omega se arreglaba, este no podía dejar de pensar en el extraño momento vivido en la cocina, unos minutos antes.

Con ese agarre del alfa, había sentido algo en su interior, sobre todo cuando le había dicho esas últimas palabras tan inquietantes con la voz ronca y sin dejar de mirarle.

-«Tú eres más hermoso así al natural»-repitió susurrando mientras se le escapaba una sonrisa nerviosa.

Mientras en el vestíbulo, Zee intentaba buscar una explicación, al nerviosismo que sentía debido a lo vivido con uno de los omegas de su padre.

-Esto es ridículo, no puedo poner mis ojos en él-se repetía a sí mismo-...ese omega ya tiene alfa y tan solo es un omega más.... es uno más de tantos-rió intentando autoconvencerse-...si eso es....uno de tant...

-Ya estoy listo, podemos irnos ya- escuchó hablar al castaño.

El joven alfa se giró y miró al final de la escalera quedándose un vez más en shock.

El joven alfa se giró y miró al final de la escalera quedándose un vez más en shock

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-¿Estás bien?, ¿ocurre algo?-preguntó el omega descencidendo-...¿Qué tal estoy?, ¿Me veo mal?-volvió a hablar este al ver que el alfa lo miraba fijamente pero no se movía, ni decía nada.

Luego de unos segundos frente a frente, el alfa reaccionó.

-Emm...¿Qué?...si amm...si, eh.. e-estás perfecto...¿nos vamos?.

Tras subir al coche, el omega se pasó todo el tiempo del recorrido mirando por la ventanilla, mientras que el alfa sujetaba con fuerza el volante, intentando controlarse pues su manos picaban por querer tocarlo.

El dulce aroma del omega esa mañana era muy diferente al que recordaba de la noche anterior y eso sumado a su hermosa apariencia, nada hacía sospechar a lo que en realidad se dedicaba.

Zee se encontró maldiciendo a su padre por poseer tan extraordinario omega y también a sí mismo por sentir lo que estaba sintiendo.

Tras su llegada al hospital y antes de ir con su hermano, el joven alfa quiso hablar con el médico en su despacho, allí este le dijo que su padre seguía en coma y no le dio muchas esperanzas de una pronta recuperación.

Mientras el omega lo esperó fuera sentado en una silla, donde cada alfa o beta que pasaba se le quedaba mirando e incluso más de uno se le acercaba pues creían que estaba solo.

Eso no gustó nada a Zee, el cual tras salir del despacho tardó unos minutos en acercarse y digerir todo lo que el doctor le había hablado, mientras observaba desde la distancia.

Finalmente vio como un alfa muy alto y apuesto se acercó a Saint comenzando a hablar pareciendo estar muy a gusto pues el omega le sonreía y se sonrojaba alegremente, muy molesto sintió su sangre hervir e inmediatamente fue junto a ellos.

-¡Largo de aquí idiota!-gruñó empujandolo-..¡Este omega ya tiene un dueño!.

El otro alfa recobró la compostura y tras arreglarse el traje, lo miró molesto.

-No deberías dejar a una hermosa criatura tan sola, cualquiera podría robarselo.

Zee levantó el puño pues deseaba fervientemente golpearlo, olvidando completamente donde estaba y que su padre permanecía postrado en una cama debatiendose entre la vida y la muerte.

-Detente...esto es un hospital y él tan solo estaba siendo amable-habló entonces el omega sacando fuerzas de su flaqueza pues el intenso aroma de las feroces feromonas de los dos alfas lo tenían aturdido.

El alfa se detuvo y tan solo volvió a empujar al otro alfa.

-¡Vete ya estúpido!, ¡Lárgate de mi vista y buscate a otro que follarte hoy!.

Tras verlo alejarse, este volvió a centrarse en Saint, el cual se había levantado y lo miraba de reojo.

-¿Estás bien?-preguntó éste preocupado.

-Si, tranquilo estoy acostumbrado a esto y sé muy bien como manejarlo...el que haya salido de un prostíbulo, no quiere decir que me vaya a entregar a cada uno de los alfas que se me acerque, no soy un prostituto tan bajo, no te confundas.

El joven alfa apretó sus puños mientras sentía como su alfa interior se removió loco por abrazar al omega, no sabía el motivo pero desde ese preciso instante que lo había visto Saint le fascinaba y empezaba a desear que su padre no se recuperase n...

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El joven alfa apretó sus puños mientras sentía como su alfa interior se removió loco por abrazar al omega, no sabía el motivo pero desde ese preciso instante que lo había visto Saint le fascinaba y empezaba a desear que su padre no se recuperase nunca.

-Lo siento, perdóname por favor.

2. "Vendidos"- Zaintsee,-Mewgulf -Offgun(Omegaverse)TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora