St. Town: Los Gardner [Original-Borrador]

CAP. 41 Misterio

Son las cuatro de la madrugada y ya hay una familia completa despierta en el corazón del bosque.

Con su mejor ropa de caza, el Sr. y la Sra. Gardener esperan a que Wolfgang termine de beber su taza de café.

Cuando el menor termina le entrega el recipiente a su madre y ella la guarda en el automóvil.

Solo entonces se inicia una conversación unilateral.

― No te voy a mentir. Esto es muy personal... pero tampoco es tan voluntario. Lo únicoque me mantiene positivo es que al ritmo que va, pronto se acabara- dice él con la mirada en el horizonte. ― Es algo complicado, no lo entenderías. Sin embargo, antes de iniciar cualquier cosa debo decirte que aunque no apruebo su personalidad vulgar tampoco estoy de acuerdo con las medidas que tomaste. Lo confieso, a veces a mí también me provoca ese impulso pero me contengo, porque eso es lo que un verdadero hombre hace. Cuando escuche la noticia de lo que habías hecho me quede impresionado ¡enserio! ¿Golpear a Morgana en público? Te respeto, se necesita mucho coraje, no por lo que ella pudiera hacerte sino por lo que te espera justo ahora. Repito, no es nada personal. Simplemente, en este momento no soy yo mismo, soy una víctima del amor y los celos ¡literal! Esto es involuntario. Ahora, pon atencion, de esto depende tu vida -. Wolfgang se pone de cuclillas para quedar al nivel de Michael, el chico brabucón de la cafetería. ― Te voy a desatar y vas a correr lo más rápido que puedas. No te detengas por nada ¿Sabes llegar al Risco del muerto desde aquí?

Michael asiente.

― Bien. Entonces nos estamos entendiendo. Mira, si llegas al risco del muerto antes que yo, te prometo que te dejare ir a casa. Pero si no es así, si yo soy quien gana, entonces... bueno, aun no pienso en el resto - le dice con una sonrisa y luego le da unas palmaditas en la cara. ― Confórmate con el lado bueno de nuestro contrato ¿estamos?

El mayor asiente y Wolfgang se encarga personalmente de desatarlo.

― Soy buena persona, así que te daré tres minutos de ventaja que corren desde... ahora.

El chico se levanta como un rayo y emprende su carrera pero es algo lento al correr.

Wolfgang hace una expresión de decepción y se chupa los dientes antes de rodar los ojos.

― Dijiste que era atleta - le reprocha a la Sra. Gardener.

― Mi cielo, te dije que era portero.

― ¿Entonces quién es el que corre mucho? - pregunta confundido.

― El corredor era Ramón, el chico al que desmembraste en la sala de tortura - dice ella con su voz dulce y maternal.

― Mmh... Tienes razón. Entonces no tiene sentido haber hecho esto. Mátalo con la escopeta.

― ¿Pero es no es ir en contra del contrato?

Wolfgang le dedica una sonrisa divertida.

― Yo nunca dije que no le haríamos daño en el camino. Solo le pedí que llegara al risco.