Cuando estuvieron en su casa, Wolfgang no se había dado el tiempo de admirar detenidamente la nueva figura de Morgana.
Más que nada porque no lo considera apropiado y por la edad de la muchacha.
Sin embargo, ahora que todo es más calmado, puede darse cuenta de que ella se ha estado desarrollando estos días en los que no se han visto.
El cuerpo de la muchacha tomó la figura de reloj de arena y casi lo rebasa en estatura.
El chico desconoce si esto tiene que ver con su nueva alimentación o si es el proceso natural de maduración. Es decir, "el estirón" que suele presentarse en los adolescentes.
No obstante, sus ojos se detienen en la mejilla enrojecida.
"Tú padre ya se ha enterado, ¿cierto?" se burla él en su mente, mientras que muestra dolor en la superficie.
― ¿Qué sucedió contigo? –dice, acercando su mano a la mejilla de Morgana.
La pelirroja no permite el contacto ni el roce. Ella golpea su mano antes de que llegue a la zona.
―No me toques. No te di permiso de hacerlo.
―Está bien. No te toco – responde con una sonrisa. Poniendo las manos en los bolsillos de su pantalón. ― ¿Qué te pasó?
―Sé que en realidad no te interesa saber, así que voy a hacer como que no escuche eso si te largas –responde ella al mismo tiempo que le da la espalda. Caminando lejos de él. ―No quiero ver a nadie y mucho menos a ti. Por tu culpa mi familia se enojó conmigo.
― ¿Disculpa? ¿Yo...?
La mandíbula de Wolfgang se traba debido a que no sabe exactamente como tomar lo que ella ha dicho.
―Yo no tengo la culpa de tus malas decisiones –le dice molesto. ― Te di opciones, muy generosas opciones, de hecho. Tú fuiste quien puso sus deseos egoístas sobre su familia, no yo. Si tú plan es hacerme sentir culpable, primero asegúrate de que tenga la culpa.
―¡Es que por qué eres tan difícil!
—No soy difícil, la única que se dificulta las cosas eres tú misma. Si querías a tu hermano de vuelta, debiste renunciar a los bienes, que por cierto no entiendo para que los quieres. Ya sabes la verdad, así que sabes que no puedes utilizarlos aquí...– entonces él recuerda la naturaleza de la chica y deja salir una media sonrisa. — ¿La necesidad de atención es superior al amor que le tienes a tú familia?
Las palabras parecen actuar como un detonante.
La muchacha lo mira con los ojos enrojecidos y a punto de soltar las lágrimas.
—¿Qué sabe alguien como tú de como se siente ser yo? Tú crees saberlo todo de todos, pero ni siquiera eres capaz de encontrar a esa mujer...– entre más habla ella, más se enoja él y pierde la sonrisa. — Eres tan inútil como yo y cometes errores, así como yo lo hago. Sí, soy egoísta ¿y qué? No tengo porque rendirle cuentas a alguien como tú, y solo para que quede claro, yo no te estafe, pendejo. El trato fue entregarte el collar a cambio de la mitad, nunca dijiste que querías el contenido. No soy estúpida y tú no eres tan inteligente.
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St. Town: Los Gardner [Original-Borrador]
Misterio / Suspenso¿Qué tan difícil puede ser vivir en un pueblo de pacíficos habitantes? No mucho, en realidad. Siempre y cuando a "Ella" no la hagas enojar y evites convertirte en el aperitivo de "Él". Dos grandes familias, Los Blackwood y Los Gardner, comienzan un...