Cap. 73 "Las únicas sirenas que he visto, son las que me como con salsa inglesa"

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En la sala de la casa Blackwood, los hombres de la familia esperan a que la muchacha baje para conversar sobre todo el caos que ha suscitado recientemente y el cómo recuperar a Apolo de las garras del enemigo desconocido

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En la sala de la casa Blackwood, los hombres de la familia esperan a que la muchacha baje para conversar sobre todo el caos que ha suscitado recientemente y el cómo recuperar a Apolo de las garras del enemigo desconocido.

Aparentemente todos están tranquilos pero por dentro es otro asunto. Cada quien preocupándose de las mismas cosas o distintas al resto.

Por ejemplo, para Ares, lo que pasó hace un momento pasa a segundo término. Su mente está ocupada pensando como aterrizar el tema de su paternidad.

Ese día, después de que Wolfgnag habló con todos acerca de la posible línea familia, él no pudo contenerse y le preguntó en privado si hay una forma de averiguarlo.

Lo que pasó luego nunca lo olvidara.

El menor sonrió y le palmeo el hombro el hombro como si él fuera un niño. Luego le dijo: "¿Por qué no vas y les preguntas tú mismo? Estoy seguro de que todos ellos tiene la respuesta".

Sin embargo, aunque la lengua le pica no quiere preguntar a los miembros masculinos de su familia.

Él quiere tener una comunicación directa con Morgana porque hay unas cosas que quiere dejar en claro, entre ellas esta que él no quiere ser su padre.

Ares la quiere mucho. Su amor y sobreprotección no tiene límites, sin embargo no existe cariño paternal, solo filial.

Podemos decir que Ares es la clase de hermano toxico y sobreprotector, pero también voluble y débil ante las exigencias de su hermana.

—¿Cuánto tiempo más se la va a pasar en el baño? –Júpiter rompe el silencio. ―Ya lleva más de quince minutos.

Ares mira que el resto de familiares están desconcertados. Entonces se pone de pie.

―Voy a ver como esta. A lo mejor se siente mal.

El mayor sube las escaleras hasta la habitación de la muchacha y toca la puerta un par de veces.

―¿Morgana, te encuentras bien? –toca una vez más antes de abrir la puerta diciendo: ―Voy a entrar.

Sondea el lugar con la mirada y no ver a nadie se dirige al baño de la muchacha.

¡También esta vacío!

No hay ni un solo rastro de la muchacha.

Alarmado, el hombre baja deprisa las escaleras y se planta frente al resto.

―¡Se fue! ¡No está en su habitación! –les dice.

―¿Qué? ¿A dónde fue? –dice Ulises mientras se pone de pie.

―¡No lo sé!

―Hay que avisarle a al muchacho –dice Júpiter.

―¡No! –interviene Adonis.

St. Town: Los Gardner [Original-Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora