Avengers Y... ¡¿Crepúsculo?! | Edward Cullen

30: ¿Una familia?

Dime que no era verdad... no podía ¿o si?
Las náuseas no pararon en las últimas 18 horas y ya me estaba preocupando, bueno, Edward era el más preocupado.

Yo tenía una teoría. Pero quería que no fuera verdad, yo no me especializaba en ginecología, no sabía si eso era. Si fuera así la ciencia afirmaba que el cigoto tarda en llegar al útero 2 o 3 días, en ese caso tendía que esperar otros días más para saberlo. Aunque mi teoría se fue al piso cuando me acordé que los Vampiros no podían tener hijos.

¿Entonces todo estaba bien, no? Tal vez era un dolor estomacal...

Por Dios y todos los dioses que existen... ayudenme.

Debimos usar condones...

Edward: ¿Aún te sientes mal? -negué.

Yo: Estoy bien aún no he arrojado nada... -empezó a acercase hacia mi pero se detuvo rápidamente serio- ¿Qué pasa?

Edward: No lo sé, sentí alguna presencia -miré toda la casa.

Yo: Aquí no hay nadie, dijiste que era propiedad privada y que los del bote llegarían hasta en dos días -asintió con el ceño fruncido.

Edward: Olvidalo, ya no siento nada -nos estábamos volviendo locos todos, al parecer.

Luego yo también sentí algo pero fueran las ganas de comer algo.

Yo: Edward -me prestó atención- Quiero Namul.

Edward: Romina... esa comida literalmente se encuentra al otro lado del mundo -me tomó de la mano- ¿Se te antojó comida asiática? -asenti con la cabeza.

Yo: Pues sí, lo traería con mis poderes pero no sabe igual que la original -hice un puchero- ¿Podemos ordenar?

Edward: Romi, no creo que hagan entregas desde Seúl a esta isla. Te preparare algo más -rodé los ojos.

Yo: Esta bien -acepté resignada.

También, ¿A quien se le ocurre comer la comida asiática estando del otro lado del mundo? Maldita sea. Quería llorar porque la comida no duraba ni una hora en mi estómago.

Edward: Mala noticia, ya no hay comida -le miré incrédula.

Yo: ¿Es enserio? Tan sólo llevamos unos día aquí y... -mis palabras se fueron literalmente al drenaje. De nuevo esos detestables mareos y náuseas.

Edward: Llamaré a Carlisle, esto no es normal -

Yo: Todo a ti te parece anormal... -susurre aún pegada al retrete.

[...]

Ahora estábamos tomando un vuelo en jet de regreso a Forks. Edward había llamado a Carlisle y su padre le contestó que debía ir para hacerme unos análisis. Fácilmente podría hacerlo Viernes pero, si resultaba ser cierto lo que tenía en mente, quería al menos que la noticia se alargara.

Edward: Estarás bien... Esperemos no sea nada grave -sonreí, tomando su mano.

Yo: Esperemos que no. -miré por la ventana las nubes.

Si resultaba cierto, ¿Qué pasaría? Estaba aterrada...

Habían pasado muchas cosas, era casi ya un año sin estar con los Vengadores. Sin casi nada de acción, al menos no en Nueva York (Los desastres de Parker no contaban) las cosas pasaron más rápido de lo que imaginaba, me casé con Edward... ahora todo me aterraba de lo que iba hacer más adelante.

[...]

Carlisle: Bien siéntate aquí... -obedeci sin rechistar a él mayor de todos los Cullen.