Capítulo 5

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Mía

Llame a la dueña del apartamento en la mañana, antes de ir a mi primer día de trabajo. L mujer me dito para las seis de la tarde, justo después de salir del trabajo. Había llamado también al doctor para que me dijera acerca del estado de mi madre. Sigue inconsciente y no había ningún cambio, era una esperanza de que ella este estable, pero también un incómodo sentimiento en el pecho cuando me recordaron la operación.

Decidí bloquear todas mis emociones, o al menos, dejarlas de tener tan presentes y concentrarme en mi nuevo trabajo.

En la universidad estaba en los cinco mejores de mi clase, me esmeraba por cada examen y siempre daba lo mejor de mí y hasta exagerando. Al terminar me había postulado para varias entrevistas de trabajo, en especial para un puesto en un bufete de New York, no me acogieron, y si lo hubieran hecho tampoco es que lo hubiera aceptado. Ese día llovía y dos corazones salieron rotos.

Tome un taxi a la esquina de mi casa y dirigía al conductor a mi nuevo lugar de trabajo.

Al llegar a la empresa me recibió Tania, la mujer de recursos humanos, lucia una hermosa sonrisa y un vestido purpura que le quedaba de infarto. Se sintió raro volver a verla después de compartir un momento íntimo la primera y única vez que nos vimos, pero aún seguía bloqueando mis emociones y en ningún momento deje que vieran a un rostro triste y agotado. Ella me saludó y nos dirigió a un pequeño cuarto donde me fotografiaron y me dieron mi Photoshop.

- Con este Photoshop podrás firmar tu asistencia y también será tu paso para tú nivel.

Con lo de mi nivel se refería al despacho de señor del Valle, al piso número cuatro. Tania me dirigió y presentó a mis nuevos compañeros en el camino hacia la oficina, algunos me saludaron con una sonrisa y otros simplemente me pasaron de vista. ¿Es que algo iba mal con mi vestimenta? Me detuve a mirarme de pies a cabeza.

- Estas bien vestida, como debe de ser. - no me había dado cuenta de que Tania me estaría mirando, curve los labios en agradecimiento.

Llevaba una falda negra, una camisa blanca, coleta en el cabello y maquillaje discreto. No encontré ninguna arruga ni mancha en mi vestimenta, el problema era de ellas, al fin y cabo, no venía para hacer amigas. Así que para que esforzarme en agradarles cuando ellas ya tenían una opinión sobre mí.

-Es la oficina del fondo- señaló con el dedo- solo debes tocar la puerta, él te estará esperando.

Llego la hora de enfrentarme a mis responsabilidades como secretaria, mi nuevo jefe estaba a unos pasos y yo estaba a unos pasos de él temblando.

- ¿Tú no estaría allí? – dije mordiéndome el labio.

No era una niña de cinco años la cual su madre la tenga que dirigir de la mano, pero sentía un pequeño temor de estar frente a alguien tan importante y con el cual compartiría mucho tiempo.

- No. – dijo con pesar- Tengo trabajo que requiere mi atención inmediata. - me dirigió una sonrisa alentadora- El Señor del Valle no es un hombre muy estricto. Estoy segura que te llevarás bien con él.

Lo de que no era muy estricto hacia descansar mis nervios, pero sin embargo no se fueron por completo. Tania se dirigió al ascensor y desapareció. Me quede en un pasillo vacío, que intimidante se veía una oficina a solo unos metros.

Con un suspiro camine hacia la oficina y toque.

- ¡Pase! - su voz se escuchaba muy varonil.

Tome el pomo de la puerta en mis manos y jale de ella.

- ¿Mía Foster? – dijo cuando daba mi prime paso al interior.

No solo su voz era varonil, todo de él gritaba furor. Su cabello marrón, su cuerpo trabajado indicaba que pasa horas en el gimnasio, su rostro asimétrico y su piel de un blanco dorado, sus ojos no eran azules ni verde, pero si marrones. Un marrón profundo y atrayente. ¡Mierda! ¿Cómo me concentraría teniendo un jefe como él?

Una Boda Por Un Contrato [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora