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TaeHyung le abrió a JiMin, sabía que algo malo había pasado, y su mejilla derecha lo decía todo. Estaba roja y un poquito más grande de lo normal. JiMin se había aferrado a TaeHyung en cuanto le abrió la puerta.

—Ese imbécil mal nacido, no sabe con quien se metió, no sabes quién es Kim TaeHyung. Lo mataré, lo haré y lo disfrutaré mucho.

Entre Tae y JungKook con todo el trabajo que pudieron, hicieron dormir a JiMin, no fue nada fácil pero lo lograron.

JiMin empezó a sentirse muy mal, tenía mareos, devolvía la comida muchas veces en las mañanas, se sentía cansado y se la pasaba durmiendo la mayoría del tiempo. El tomaba esos síntomas como síntomas  de su desánimo, su miedo constante, pero sobre todo, su ansiedad.

TaeHyung le había dicho muchas veces que fueran al ver a un doctor, para saber que era lo que realmente le ocurría a su mejor amigo. Kim sospechaba ya, pero quería salir de dudas. Cuando finalmente convenció a su amigo, juntos fueron, y le hicieron varias pruebas a JiMin.

Le dijeron que vuelva dentro de una semana, para darle los resultados finales.

Cuando volvieron, el mismo doctor les informo.

—Felicidades, JiMin. Tendrás un bebé.

JiMin estaba mal, estaba de mas decirlo, estaba muy asustado, se sentía mal, no podía tener un bebé, no por ahora. No estaba bien con YoonGi.

Pensaba en múltiples cosas en que hacer.

Primero que nada, le llamo a sus padres, estos vinieron preocupados por la voz de JiMin en el teléfono.

JiMin les contó todo, desde el principio, de como YoonGi se dejó consumir por su trabajo, porque razón faltó a todos esos eventos importantes, de como le había gritado y como le había golpeado. Esa fue la parte más dolorosa para el. Pero también menciono que estaba esperando un bebé.

NamJoon estaba que lo llevaba el diablo, estaba más que enfadado, ¿Cómo el imbécil de YoonGi le había hecho sufrir tanto? A JiMin, su pequeño bebé.

SeokJin era otro caso, el estaba muy decepcionado de YoonGi, nunca creyó que el llegaría a esas cosas, cuando empezó a salir con JiMin, era un muchacho muy bueno, se preocupaba por JiMin, y por su felicidad. Pero ahora era muy diferente, el ya lo había notado antes, solo que no quería decir nada, no quería llegar a conclusiones erróneas. Quería estar verdaderamente seguro, y valla que se aseguro, cuando JiMin les contó todo eso, fue como que la realidad le golpeaba en el rostro.

—JiMin, fuiste muy valiente al contarnos todo esto. Te amamos tanto, pequeño, eres nuestro hijo, y de ahora e adelante te protegeremos de todo lo que pase.

Jeks