Aviso importante
__ se alzó entre las escaleras, ansiando alcanzar los límites de su clase, mientras oía los llamados desesperados de su novio, alegando que se detuviera. Llegaba tarde, muy tarde, y por si su corrida no fuera poco, la clase con Karasuma aguardaba una sorpresa particular que __ no se planteó sopesar. Al entrar en terreno de la clase E, se desconcertó al ver un hombre panzudo en el centro, del cual, al haber llegado tarde, nunca supo el nombre, hasta tiempo más tarde.
Fue obligada a sentarse y escuchar la charla alentadora del hombre, el cual fracionaba su boca cada vez que emitía palabra. De improvisto, __ se vio rodeada de gominolas, tantas que sus ojos deliraban con tan solo verlas, su nariz, sólo con el olor. A dos manos, hizo lo posible por no atragantarse con tal manjar, viendo como todos, no sólo ella, engullían la cantidad abrumadora de dulces que se detenían en la mesa. Tapó su boca al reprimir un vomito, después de comer demasiado.
-Buenos días, __-chan-espetó el hombre que había ofrecido los dulces, tendiendo su callosa mano a la muchacha, quien negó su petición-Soy Takaoka, vuestro nuevo profesor.
Sinedo adornada por la comida, __ se limitó a asentir, devorando un pequeño caramelo que reposaba sobre la alfombra, con una sonrisa llena de júbilo al ver la cara exorsionada de Okua, al perder su caramelo. Se lo llevó a la boca, devolviendo la mirada al hombre que sería su profesor, dedicándole una sonrisa de desconfianza, que sólo Karma comprendió. Takaoka rodeó con sus brazos a Okuda y Maehara, y por una vez, __ sintió pesar por lu muchacha, al ser aprisionada por tal gorila. Tragó su dulce, dispuesta a protestar.
-Eres un gorila-escupió, en dirección a su profesor-Creo que, a diferencia de ellos, yo sí tengo conocimiento de tus entrenamientos rigulosos. Pero soy buena alumna, y dejaré que contemplen el desastre con sus propios ojos.
-Eres encontadora, __-chan-carcajeó, propinándole un golpe a Maehara en respuesta a su combición-Oh, esto sucedió por tus palabras, deberías disculparte.
-Lamento que sea un gorila, Takaoka-una sonrisa de falso arrepentimiento cruzó su rostro-Si me permite, ayudaré a Maehara.
Se incorporó, olvidando su pasión por la comida, siendo carcomida por la presión de la salud de su compañero. Tornó sus ojos hacía Takaoka, quien sostenía un horrible mirada, antes de tender la mano a Maehara, sintiendo un apacible golpe en su espina dorsal, erizando su cuerpo. Un escalofrío recorrió su espalda y, cayendo de rodillas al suelo, en su garganta se arremolinó todos los dulces anteriormente comidas, mas la única sustancia que expulsó fue una cruda cantidad de sangre, alertando a sus compañeros. Devolvió la mirada de odio a su profesor, no sin antes limpiar su boca.
-¿Estás bien?-se alarmó, la primera, Kayano, hincándose a su lado, con la itención de ayudarla-Toma mi mano, __.
-Yo te sujeto-Sugino se aferró a su cuerpo y lo alzó en el aire, con la intención de incorporarla.
La atención de los estudiantes se vio sumida en la preocupación por su compañera, olvidando el hecho del causante del asunto, volcando su necesidad en prestar ayuda a __, quien era incapaz de mantenerse en pie, sobando continuamente la parte adolorida de su espalda, casi al cuello. Cruzó los ojos al darse cuenta del punto exacto donde Takaoka había golepado, sopesando si había sido suerte o un vil engaño de su parte. Estaba dispuesta a golpearla, pero Karasuma, desde ahora llamado el mismísimo Salvador, adentró su rostro en el problema, confrontando a Takaoka de una manera brutal.
-¡Si tanta seguridad tienes en tus alumnos, podría uno de ellos enfretarme, ¿verdad?!-rió, expandiendo sus brazos, con un gesto terrible de admirar.
-Está bien-aceptó, a la sorpresa de todos.
__, al igual que Karasuma, compartían una frialdad en la mente que les proporcionaba la delantera en situaciones de riesgo, por lo que planteó la opción de una elección errónea por parte de Karasuma, al menos, hasta descubrir sus intensiones. Con el gesto serio, tendió el filo del cuchillo a Nagisa, quien, dudoso de sus capacidad, negó la primera vez, alegando que no sería capaz de vencer a Takaoka, un soldado experimentado.
-No te veas obligado. Sólo ten en cuenta que si no aceptas, Takaoka será vuestro profesor durante todo el año escolar y tendréis que afiniros a sus reglas de entrenamiento-advirtió-Sólo eso.
-Lo haré-se decidió, sosteniendo el mango del cuchillo, rodando su hombro, como si quisiera parecer más seguro de lo en verdad se encontraba, empuñando el cuchillo en su dirección.
__ sonrió orgullosa al ver finalizada la técnica de Nagisa, venciendo con creces. Una sonrisa deslumbrante, pasos cortos y decididos, Takaoka confundido, se ve envuelto entre una serpiente, la técnica asesina de Nagisa, y cae rendido al suelo, balbuceando cosas intangibles, temblando de estupor.
-Gánamos-aseguró Karasuma, agazapándose al lado de __, proporcionándola una cantidad abusiva de pastilla para curar su organismo.
-Gracias-dijo, antes de tragar con facilidad el puño de pastillas en su mano, desconcertando a los presentes.
-¡¿Cómo te pudiste tragar todas?!-se extrañaron, detonando la risa en la chica.
__ bajó trotando las escaleras que la conducían al campus principal, siendo la más rápida entre la muchedumbre de su clase, quienes, retardados, daban surcos en su trajecto, hablando animadamente del sucedo que les había ocurrido. La fémina alcanzó al ver el edificio, abarrotado de gente, ojeando con ligereza para encontrar el motivo que verdaderamente la interesaba. Entre la multitud, la cabellera naranja de un muchacho resalto, dando surcos hasta él. Estiró sus brazos, antes de propoulsarse contra su cuerpo, cayendo ambos al suelo, con Gakushuu debajo.
-Te extrañe mucho, mucho, mucho-repitió, frotando con enfasis su mejillas con la del contrario, detonando un sentimiento de vergüenza en el chico, quien no podía apartarla de sus brazos, viéndose obligado a rodearla de la misma forma-Me duele la espalda, Gakushuu. Y el cuello.
-¿Qué pasó?-rió, acariciando la cabellera de __, siendo consciente de que la multitud se ceñía a su alrededor, comentando sandeces a los oídos de Gakushuu.
-Nos golpeó-se lamentó, fingiendo un casto lloriqueo-Nuestro profesor, de intercambio, nos golpeó. A mí y a Maehara.
-Qué mal-suspiró-¿Sabes? A mí me duele todo el cuerpo por tenerte encima. También me duelen los oídos por las cosas que dices los curiosos de por aquí. ¿Por qué no te levantas y vamos a hablar a otro sitio?
¿Ya hacía falta publicar capítulo? Ya hacía falta publicar capítulo. Además, me gustaría pediros un ENORME favor. Me gustaría que os pasárais por mi perfil y que leaís una historia mía, se llama Elementales. No es un fanfic, es original, pero espero que podaís hacer un hueco en vuestro tiempo para leerla. ¡Gracias!
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No soy perfecta, ¿sabes? Asano Gakushuu y tú
Spiritual__ es lo más lejano a perfecta. Sí, tiene un cuerpo bonito y una increíble inteligencia, pero era su personalidad lo que la hacía ser especial. En esta historia, nuestra protagonista tomará el papel como la novia de Asano Gakushuu, dejando a todo e...