The observer || HunHan

IX

Sábado, 24 de noviembre.

Tal y como quedó acordado el sr. Lu y yo hemos vuelto a encontrarnos en un sábado bastante soleado de otoño para dar un lindo paseo a Byul y Vivi. Él tuvo que irse hace poco pero la hora y media que pasamos fue grata. Ambas mascotas parecieron congeniar por lo que no fue problema soltarlas para que jugaran entre sí. Mientras Vivi saltaba sobre las hojas secas Byul encontró entretenido intentar atrapar la peluda cola del otro.

Los rasgos faciales que componen el rostro del sr. Lu lograron la combinación perfecta para darme una apacible vista desde los centímetros que nos separaban. Cabellos negros, un poco más largos desde la primera vez que los vi, que se resbalaban por su frente y que repetidas veces debía acomodar con su mano de finos dedos agraciados. Fijas cejas rectas que reafirman su seriedad pero que debajo dan lugar a unos cálidos ojos marrones en los que me gustaría perderme. Y luego sus labios, aquellos que poseen una forma y tamaño ideales para ser devorados por cualquiera que tenga un poco de sentido común. De sólo recordarlo mi mente se emociona.

Descubrir que su edad variaba de la mía por tres años me sorprendió, no creí ser el mayor en este encuentro. Averigüé además que el sr. Lu estudia periodismo, con razón tiene tanta facilidad para entablar conversación y cambiar de tema tan espontáneamente. Al contrario del Luhan que apenas puede decir tres oraciones antes de que la confianza le tiemble, lo suyo sí es la comunicación.

Por lo poco que he aprendido de él puedo decir que es un buen hombre, alguien en quien me gustaría confiar. Hasta ahora no ha desacreditado a la primera imagen que me dio.

Oh Sehun me propuso volver a encontrarnos, supongo que algo de mí también le cae bien. Y yo sólo pude decir que si, por supuesto. Empezar a frecuentar con este hombre es bueno, ¿verdad?

Han, 2012.