XIX

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Sábado, 12 de julio.

Incluso siendo verano, el día es triste.

Envidio esos rostros de felicidad que tienen los niños al correr sin preocupaciones por el parque, envidio a esas parejas que se recuestan en el césped a pasar un momento cariñoso. También a esos tantos que aparentan disfrutar de la falta de compañía. Pero por sobre todo, envidio a su futuro amor.

Hoy el clima es caluroso, con gente que parece motivada a pesar de las altas temperaturas. Falta poco para que empiece a anochecer, pero no quiero volver a mi departamento, al menos aquí intento distraerme al observar la alegría de las personas.

Hace tres días que me siento completamente vacío, de repente noté que hay un algo que ya no está, no sé qué es. No puedo describirlo exactamente con palabras pero es como si el interés que antes sentía por ciertas cosas hubiera desaparecido. Y de verdad espero que sea momentáneo, de otro modo no sé cómo podré avanzar.

Hace tres días que estoy triste.

Y es que hace exactamente setenta y dos horas, en un día que fue igual a este y precisamente en esta misma banca Sehun y yo, en un acuerdo mutuo, hemos decidido ponerle un punto final a nuestro romance.

Durante las últimas semanas la situación llegó al punto de insostenible. Ambos tenemos un aprecio enorme por el otro y es justamente eso lo que vuelve todo más doloroso. De algún modo, nuestros diferentes estilos de vida comenzaron a chocar entre sí, las peleas se hicieron frecuentes y pequeños conflictos salieron a flote. Un último intento fue el que dimos para nuestro aniversario, pero lamentablemente las cosas salieron desastrosas. A partir de ahí comprendimos, que al menos por ahora, continuar juntos sólo genera más malestares y más malos entendidos.

Es doloroso, sí. Sobre todo si vuelvo a pensar en esos tristes ojos al borde del llanto que me analizaron durante los últimos minutos del encuentro. No quiero ni imaginar la mirada desolada que yo le entregué. Lograr encarar el problema con valentía fue suficiente para derrumbarnos a los dos.

No he vuelto a cruzarlo y espero no hacerlo por un buen tiempo. Sehun ha sido como el hombre que todos sueñan tener durante el tiempo que compartimos juntos, no puedo olvidar la manera en que me conquistó, y realmente no quiero hacerlo porque con toda certeza puedo decir que él fue especial, estoy absolutamente seguro cuando digo que lo amo e incluso si lo nuestro no funcionó voy a mantenerlo en mi memoria con los más preciosos recuerdos que tengo de él.

Pero por ahora necesito encontrar la manera de sacarlo de mis pensamientos.

Han, 2014.

The observer || HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora