XVII

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Sábado, 15 de febrero.

¿Cuál es la salida para este gran problema? ¿Puedo hacer algo más que pedir disculpas cientos de veces?

La cordura es algo que escasea en mis días últimamente. El trabajo logra enfrascarme de un modo impresionante, a tal grado de hacerme olvidar cosas esenciales para la vida diaria. Y es que puedo pasar horas y horas revisando los textos que se me asignan sin notar como el tiempo corre a mi alrededor. Sehun es mi cable a tierra en lo que respecta a eso, de no ser por ese maravilloso hombre habría omitido muchas de las comidas necesarias, horas de ocio e incluso horas de sueño. El sr. Lu sabe lo importantes que son mis notas de fin de semana, ahora imaginemos su sorpresa al enterarse que me saltee dos sábados.

Pero todo esto tiene su justa razón, o eso es lo que me gusta pensar para no sentirme tan miserable.

Debo esforzarme al máximo y hacer mis tareas sin ningún tipo de equivocación si quiero obtener un puesto fijo en la editorial. Necesito el dinero. Ya no soy el estudiante universitario becado que cuenta con algunos beneficios en los estudios, al que le bastaba y sobraba con la paga de la biblioteca para poder sostenerse. Ahora debo cubrir más gastos, y la presión está haciendo estragos conmigo pero tengo que seguir adelante.

Sehun ha sido mi salvador por un tiempo, pero eventualmente sus obligaciones también le llaman. Son épocas de exámenes y aunque lo intente ya no puede estar al pendiente de mí, es completamente comprensible, no puedo pretender que mi novio se convierta en una niñera. Ambos estamos preocupados por el bienestar del otro, pues los dos solemos sobreexigirnos; sin embargo a veces las responsabilidades tienen un peso mayor que el simple romanticismo.

El quid de la cuestión viene de la mano con una fecha se cree es importante para las parejas. Él a pesar de tener decenas de exámenes y proyectos que presentar ha tenido la enorme atención de hacerse un lugar para nosotros. No como yo, el idiota que ha olvidado completamente el día de los enamorados y que ha rechazado rotundamente el bonito encuentro que preparó su novio.

Reconozco que mis explicaciones suenan más a tontas excusas baratas pero no sé a qué más recurrir. Obviamente Sehun está molesto conmigo, no responde mis mensajes ni mis llamadas y no encuentro otra forma de pedir su perdón. Él siempre es tan predispuesto conmigo que a veces pienso que no le merezco, porque a cambio tiene a un chico asquerosamente despistado y olvidadizo.

Sehun, realmente lo siento. Estoy completamente arrepentido de mi error. Perdóname por hacer que te preocupes tanto por mí, perdóname por darte poco a cambio de todo lo que tú me brindas. Lamento hacerte pasar por malos momentos.

Han, 2014.

The observer || HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora