20.

167 14 13
                                        

— Estás nerviosa hermana? —Preguntó Taeil quién estaba sentado en mi cama mientras yo ordenaba mi valija.

— Cómo no estarlo? Usaré mis conocimientos en inglés para algo que no solo sea la escuela, lo hablaré todo el día.

— Ya, no tienes que estar nerviosa, verás que te gustará. ¿Quieres qué te ayude a empacar? —Preguntó.

— Sí, por favor. —Respondí.

Empacamos todo durante bastante tiempo, eran dos maletas.

— ¡Ya está! ¡Terminamos por fin! —Dijo mi hermano tirándose a mi cama exausto.

— ¡Aleluya! —Dije yo y me tiré a su lado a abrazarlo.— Gracias por todo, Taeil, te amo.

— No es nada hermanita, recuerda que siempre pero siempre estaré para tí,  a parte de hermanos también somos como mejores amigos, recuérdalo, contamos uno con el otro. —Dijo, y yo asentí.

...

— Mi hijita, mi bebé, Se irá. —Dijo mi mamá llorando.

— Mamá ya...

— Prométeme que me llamarás y me escribirás.

— Lo prometo mamá. —Dije.

— Te extrañaré, hija. —Dijo Mamá.

— Y yo a tí. —Dije.

— Saluda a tu padre. —Dijo mamá deshaciendo el abrazo.

Me acerqué a mi padre, nos quedamos viendo un rato y luego lo abracé.

— Mi hijita, Te voy a extrañar tanto... —Dijo.

— Yo también te extrañaré, papá.

— No te olvides nunca que tu madre y yo te amamos, y te apoyamos en todo hija, ¿Si?

— Si, papá, gracias. —Dije abrazándolo fuertemente hasta que escuché que una voz masculina gritaba mi nombre.

Deshice el abrazo y busqué de dónde provenía esa voz hasta que vi a Jeno acercarse a mi.

— Sun... —Dijo agitado.

— Jeno ¿que haces aquí? —Pregunté.

— Entonces era verdad que te ibas...

— Sí.

— ¿Por qué no me lo dijiste?

— Por qué tendría que haberlo hecho? —Pregunté pero no respondió.

— No te vayas.

— Lo siento, pero lo haré y nada me hará cambiar de opinión.

— ¿Por qué lo haces?

— Porque no soporto ni un minuto más aquí.

— Te extrañaré, Sun, ya te extraño. —Dijo y no respondí.— Espero que algún día puedas perdonarme.

— Ya te perdoné, Jeno, no te tengo rencor ¿Si? Ni a ti, ni a Haechan, ni a nadie. Mis padres no saben la razón por la que terminamos, no se las digas.

— Por qué no?

— Porque no quiero hacerte quedar mal.

— Sun...

— No importa, Jeno.

— Sun, no te enamores de nadie.

— ¿Por qué?

— Porque no soportaría verte o pensar que estás con alguien más, te amo, Sun.

— Jeno, si me amas, déjame enamorarme, déjame ser feliz al lado de alguien más.— Dije y se escuchó el primer llamado de mi vuelo.— Tú también, enamórate, enamórate de alguien mas.

— Yo no puedo, por más que quiera olvidarte, simplemente... no puedo. —Dijo y una lágrima salió de uno de sus ojos.

Y ahora, el segundo y último llamado sonaba.

— Sé feliz, Jeno. —Dije y deposité un beso en su mejilla.— Yo ya me tengo que ir, adiós. —Dije y el tomó mi mano.

— No te vayas, te lo suplico. —Dijo llorando.

— Lo siento, Jeno. —Dije y solté su mano.

— Ya nos tenemos que ir, Sun. —Dijo mi hermano viendo a Jeno con mirada asesina.

— Sí, vamos. —Di mi última mirada a Jeno y fuimos a despedir a mis padres nuevamente.

— Adiós, hijos, vayan o perderán el vuelo. —Dijo papá, asentimos y nos fuimos casi corriendo.

...

El avión ya había despegado, dejando atrás mi vida pasada, dejando atrás todo lo que alguna vez me hizo bien o mal, o bueno, quizás las dos cosas juntas.
Se iban recuerdos que quedarán marcados en mí siempre, algunos que quiero borrar y otros que no.
Se van personas, personas que amo, que amé, también personas que sigo amando pero que quiero dejar de amar.
Mi primer amor... Él también se va.
     
                      Fin.

To me, You Are Perfect.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora