muñeca rota

Dante (3 Abril 2016)

-Tenía que despedirme de ella.- Sonrío cabizbajo.

-Tu la mataste gran hijo de puta.- Grita Steve

-Como puedes afirmar eso, yo no lo he hecho.- Comienzo a llorar.

Lía corre hacía mí, se que esta furiosa, me abofetea con fuerza, y solo escucho mi corazón latir rápidamente, ella no esta y no verá a nadie jamás, no puede ver como su amiga lanza llamas en su nombre.

-Yo te vi discutir con ella esa noche. ¿Qué le has hecho Dante? - Se limpia las lágrimas y estira los brazos.

-Lía, si discutimos, pero yo no la mate. solo déjame despedirme de ella.- Grito. 

Lía asiente con rabia, y camino hacía el cajón, es ella en su vestido favorito, su cabello cae como plumas sobre sus hombros, lleva mucho maquillaje pero con todo y eso se ve tan natural, tan ella. 

-Hanna, mi hanna, ¿Por qué has decidido irte? - susurro al ataúd.

-Ya basta de este circo, ¿Cómo puedes llorarle si tu la has matado.- Steve me estira de la camisa.

-QUE YO NO HE SIDO GRAN PENDEJO DE MIERDA.- Grito y sin pensarlo dos veces lo golpeo directo en la nariz. 

Comenzamos a pelear y golpeo a Steve hasta el cansancio, cuando me percato que Lía sigue llorando de fondo, debo dejarla incluso después de la vida, la sigo jodiendo. Pero necesitaba verla, necesitaba decirle que la amo, que la amaré siempre. 

-Dejen de hacer un espectáculo de algo tan deprimente, Dante vete por amor de Dios. - Susurra Lía al fondo.

-Es momento de que se retiren ambos por favor, mi hija necesita descansar en paz, no hagan un espctaculo de su muerte.- Grita Fernando el padre de Hanna.

Me alejo de Steve y camino fuera del cementerio, llego a la Jeep, me quito el saco, me planto en la tierra y la imagino, ¿Cuál fue el error que hemos cometido? Solo quererla, he fallado como novio, debí protegerla no lo hice;  subo dentro, se que he arruinado el día, pero quería verla. Conduzco hasta la playa, el lugar donde la vi por última vez, el lugar donde le arrebataron la vida. La necesito más que nada en el mundo, es ella quien le daba sentido a mi vida, en cada aspecto, en cada paso, en cada situación. Siempre estuvo para mí. Pero ya no lo estará más. Me duele, me dolerá todos los días, y se que jamás dejará de doler, ahora no solo tengo que superar el que habria pasado con nosotros, si no que habria pasado si me hubiera quedado esa noche.  

Ahora pienso en el día después de ir a Mc'donals. Dijo que quería estar conmigo, que podía intentarlo si ponía de mi parte y si era cierto que había cambiado, pienso en ese diminuto beso, y entonces mi mente resuena el vacío y su sonrisa llena de magia.