Steve (30 Marzo 2016)

12 2 0
                                    

Llevo los audífonos, "Rammstein".  Es de los mejores cantantes de rock que conozco, conduzco por las calles de Tulum, paso cerca de la casa de Lía, y veo la casa de Hanna, Emma me ha llamado muy temprano para acordar una comida familiar, hay una hermosa jeep fuera. Pensé que era el único invitado a esta comida "familiar". Estoy tratando de remedir los pasos en falso que di por Hanna.

Estaciono la motocicleta mientras pienso quien más podría estar ahí dentro, bajo de ella y tomo el pastel que he encontrado en una tienda camino a casa, llevo un short flojo hasta las rodillas y una camisa con palmas, estoy cómodo con esto. Toco el timbre y escucho a Hanna gritar desde el otro lado de la puerta "Ahora abro" su voz es como la de un ángel, frágil y poco rota. 

Cuando abre la puerta me encuentro con sus ojos, es mucho más pequeña que yo, pero sus ojos grises matarían a cualquiera. Sonrío desde lo alto y veo su cabello rubio caer sobre sus hombros, es perfecta. Lleva un vestido amarillo,  con un par de tenis verdes pastel, distinto a lo que llevaba esta mañana en la universidad, que creo pensar era una blusa y una falda algo aprerada esta mañana, esta mujer se ha convertido en una piña. 

-Hola ... Estás muy linda.- Sonrío por debajo.

-Gracias ... Yo ...-

-Vaya a quien tenemos aquí, el rey de la fiesta ¡Steve! - Es él su horrible voz.

Lo busco por la cocina pero lo encuentro en la salida de la reserva esta con Fernando, el padre de Hanna. Es él ... Dante.

-¿Qué hace el aquí? - Miro a Hanna con recelo.

Observo a Dante atravesar la cocina completa y toma a Hanna por la cintura.

-Vine a comer con la familia de mi novia. - Sonríe irónicamente.

¿Cómo puede ser tan hijo de puta? Lo odio, con todo mi ser, incluso con más de él. No lo odio por estar con ella. Lo odio porque no sabe lo que quiere y no la valora.

-Creo que mejor me iré.- Sonrío con hipocresía.

-No, Steve quédate, yo te invite a comer.- Grita Emma desde la cocina.

Entro a la casa, observo a Hanna caminar tomada del brazo de Dante hasta el comedor. Se que no debo odiar a la persona que ama, pero no es fácil recibir la mínima parte de su amor, tener que conformarme con las migajas de su amor, mientras él lo recibe todo, daría todo por Hanna, mataría por ella.

Me siento en el comedor mientras, espero que Emma sirva la comida, guardo silencio en el comedor, y todos me ven esperando que de inicio a una conversación.

-¿Cuando volvieron?- Sonrío

-Hoy por la mañana- Dante toma a Hanna de la mano.

-Si, bueno no como tal pero estamos decidiendo esa situación, todo lento- Sonríe por debajo.

-Que envidia esa clase de relaciones en las que se perdonan todo, relaciones con lágrimas y amor real. o ¿No? Hanna- Giro hacía Hanna, se que irrite lo suficiente a Dante para irse.

-¿Qué insinúas idiota? - Dante se levanta de la mesa.

¿Qué hago ahora? Se suponía que se fuera en cuanto me escuchará, no le tengo miedo pero tampoco quiero una pelea en casa de Hanna, no lo merece.

-Que siempre que dices que la amas, la destruyes y luego vuelves y ella tontamente vuelve sin pensarlo dos veces, porque te ama, desafortunadamente.-

-¡Eres un cabrón Steve!- Y antes de que pueda asimilar lo que ha dicho.

Dante me golpea con  fuerza, se que yo lo he provocado lo suficiente pero no debió hacerlo.

-Vamos afuera hijo de puta, se que no podrás sin la falta de Hanna que te proteja-

Camina hacía fuera con rabia, conteniendo su fuerza entre los puños, camino hasta él y lo golpeo con fuerza en el abdomen, se que le ha dolido y comienzo a golpearlo en el rostro. Cuando escucho en el fondo a Hanna gritar

-Suéltalo, basta por favor.- Entro en razón

Me alejo de Dante, me ha dislocado la nariz y el labio, pero yo lo he lastimado más. Me levanto y corro hasta la motocicleta, me voy lo más rápido que puedo e ignoro a Emma gritando que vuelva a la casa. No lo haré, no pienso volver a esa casa, menos con Dante ahí dentro.

muñeca rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora