Yo, sinceramente... [ Volkacio ]

Capítulo 11.

Pov Volkov

Era el 5to día sin "transnocharme" con Horacio, le dije que lo castigaría una semana por no haberme hecho caso, por desobederme, a mí, a su superior.

Y creí que aguantaría pero, joder, ya no sabía cuánto más podría estar así.
Se supone que era un castigo para él pero yo era el que lo estaba pasando mal, o al menos peor. O eso parecía.

Me había acostumbrado a dormirme sudado con él abrazado a mí luego de habernos sacado todo el estrés de encima. Después de besarnos, tocarnos, comernos y probarnos cómo quisiéramos.
Parecía que él era mi nueva adicción, aparte del cigarrillo y el vodka ahora igual lo tenía a él.
Y así muy a la ligera me atrevo a decir que lo prefería a él.

Llegué a comisaría después de patrullar con Greco para encontrarme en recepción a un gentío y un bullicio prominente que hicieron que mi primer pensamiento fuera dar media vuelta e irme.
Idea que por obvias razones decliné.

- ¡Silencio! - pedí mientras me acercaba a la fuente del ruido.

- ¡Por fin un superior! - dijo un sujeto al verme.

- ¿Qué sucede aquí? - pregunté enseguida.

- Que estos payasos - señaló a Gustabo y Horacio - me detuvieron sin motivo y uno me golpeó -

- ¿Cómo? - pregunté sin creerlo y dirigí la mirada a ambos alumnos.

- No es así, Comisario. Este cerdo iba a exceso de velocidad - se defendió Gustabo.

- ¿Quién lo golpeó? - pregunté ignorando las excusas.

El sujeto me señaló a Horacio.

- Insultó a Gustabo y luego a mi cresta igual - dijo exaltado Horacio con cara de enfado.

- Horacio, a mi despacho ahora - le ordené.

Soltó un suspiro y se fue pisando fuerte.

- Quiero poner una denuncia - siguió quejándose el sujeto.

- Vale, Gustabo, tómele la denuncia. Y también póngale multa por insultar a un funcionario público por cada vez que él les haya faltado el respeto a usted y a Horacio - dije mirándolo con disgusto - y también multe a todas estas personas que están aquí dando por culo-

- 10-4 - contestó Gustabo muy a gusto con mis palabras.

Todo el gentío comenzó a desalojar comisaría como por arte de magia.

Luego de un rato de oír quejas del desconocido, decidió irse y no armar ningún problema si no le multábamos por lo último. Pero la multa por exceso de velocidad sí que se la llevó.

Gustabo me miró con una sonrisa cómplice pero le devolví una mirada de desaprobación por todo el lío que habían armado de algo tan tonto.

- Pregunte por radio al comisario Greco si sigue solo y vaya a patrullar con él - le ordené.

- Vale... 10-4 -

Ahora me quedaba ir a por un niño molesto y mañoso en mi despacho que debía regañar.

Pov Normal

Volkov entró a su despacho y la puerta se cerró detrás suyo dejando oír el sonido del pestillo luego.
Horacio lo miraba atento desde allí como si hubiera atrapado una presa.

Volkov volteó para mirarlo y frunció el ceño.

- ¿Me puede decir qué es eso de golpear a un civil? - preguntó molesto.

El alumno de cruzó de brazos y evitó la mirada ajena.

- Él comenzó a insultarnos de la nada, nosotros estábamos haciendo nuestro trabajo - se excusó - lo volvería a hacer.