CAPITULO 29

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No se hija y la verdad no debería importarme, porque a partir de hoy será su vida – te amo mamá- to también hija – no le digas a tus hermanos que lo sepan después – bueno si señora como mande capitana – me sonrió, chao

Me quedo para almorzar con mi mamá y me recuesto un rato y ala 4:30 salgo con mi mamá a mi casa.

Cuando llego, ya Alex me estaba esperando

¡Hola! Alex

Hola, estás muy hermosa y me da un beso en la mejilla con suavidad

En esa venia Gustavo bajando y nos miró mal,

Hija voy a preparar te, si mami

Buenas salud Gustavo – hola señor Torrente, se estrecharon la mano, me miraba con ira. – ven Alex siéntate, tratando de estar serena – mi abogado saca los papeles

Bueno, señor torrente, como usted conocerá, una separación incluye la repartición de los bienes común, este documento queda asentado 50% de todas las propiedades a mi clienta, en este proceso lo vienes de sus hijos no interviene, porque el porcentaje mantendrá en manos de usted, hasta que desean darles sus partes o que fallezcan.

Gustavo no me quita la mirada, me pone nerviosa, pero no lo miro

En cuestión de los edificios y la empresa, ustedes deberán de llegar a un acuerdo como lo repartirán si le vende su parte a señora o ella le vende su parte, e igual los otros inmuebles, y los de los hijos que cada corresponde al 50 y 50

¿Qué me dice señor Torrente? Gustavo me mira como quisiera tragarme – no responde y tiembla de la ira.

Cierro mis ojos y me rasco la ceja

Señor Torrente – estoy esperando su respuesta

¿Qué más puedo hacer? -Nada le respondo firme

El trata de agarrarme la mano y yo la aparto inmediatamente

Agacha la cabeza y se toma la cara con sus manos – suspira – donde firmo – mi corazón se acelera y empiezo a respirar fuerte y a sudar – mi mete decía no lo firme – no firme, ya Victoria, ya cálmate lo hecho esta hecho.

Toma el bolígrafo, intenta firmar, vuelve me mira lo suelta se para – camina de un lado a otro

Vuelve lo toma, firma todos y se retira sin despedirse. – yo lo veo irse, suelto el aire y se me sale una lagrima. – los siento Victoria – me dice Alex – tomo el bolígrafo y hago lo mismo, Alex se despide – gracias

Cuando Alex sale me derribo en el suelo, mi madre y Noria salen y me abrazan, empecé a gritar sin consuelo alguno, sentía que mi corazón me quemaba.

Salí de la casa perdido, tome mi coche sin rumbo fijo, como un loco, sentía que mi pecho se iba a explotar del dolor, detuve a mitad del camino el coche, y golpeo el volante – saco mi teléfono y llame a mi madre

¡ hola hijo! Ma...mamá – Gusti ¿Qué tienes?

Mamá Victoria me dejo ¿Qué? ¿Cómo? Nos divorciamos hoy – Gustavo no entiendo que está pasando

Yo... yo la engañe – tengo una mujer embarazada – mi mamá empieza a respirar profundo, me asuste – mamá cálmate.

¿Qué me calme? Sabes lo que acabas de hacer – Gustavo

Si mamá – lo se

echasteis 20 años de matrimonio – dejaste a una mujer que daba la vida por ti – es que es bruto o que – lo se mamá y estoy muy mal, mamá – no se que voy hacer 

ya me había enterado, que ustedes estaban pasando por mal rato y ella te ha perdonado dos veces - y mira el señor - Gustavo Torrente, se dio el gusto de volver otra vez a jugar

!no! esto es indignante - no que quiero verte Gustavo - por acá no vengas me das vergüenza y me colgó. 

hundo mi cabeza en el volante y lloro sin Consuelo. 

LA DAMA DE WINCHESTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora